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Mujeres viajeras: historias de coraje y aventura a través del tiempo
Desde tiempos inmemoriales, las mujeres han sido parte fundamental de la historia de los viajes, aunque sus relatos a menudo han quedado en la sombra. En el año 381 d.C., Egéria, una viajera cristiana, emprendió un viaje hacia Jerusalén, un recorrido que hoy en día tomaría solo unas horas en avión, pero que en su época requería años de travesía.
Su diario, descubierto siglos después, se ha convertido en un documento crucial que revela las diferencias litúrgicas entre Jerusalén y Europa en un tiempo en que la religión estaba en plena formación.
Hester Lucy Stanhope: la reina de Palmira
Más de mil años después, otra mujer, Hester Lucy Stanhope, se aventuró a Jerusalén.
Con su cabello rapado y vestimenta masculina, Hester desafiaba las convenciones de su época, ganándose el apodo de «reina Hester» en Palmira, Siria. Su historia, junto a la de Egéria, es narrada en el libro «Mujeres viajeras» de Sónia Serrano, que pone de relieve la valentía y la singularidad de estas exploradoras.
Serrano, quien comenzó su investigación en 2010, se sintió inspirada por la vida de Annemarie Schwarzenbach, una fotógrafa suiza que viajó de manera audaz en la década de 1930.
Desafíos y peligros en la travesía femenina
El libro de Serrano no solo se centra en las historias individuales de estas mujeres, sino que también aborda los desafíos específicos que enfrentan las mujeres viajeras. A pesar de los avances en la igualdad de género, la autora señala que aún persisten peligros que limitan la libertad de las mujeres para viajar solas.
Casos trágicos como el de las argentinas María José Coni y Marina Menegazzo, asesinadas en Ecuador en 2016, resaltan la percepción de que viajar sola sigue siendo una actividad arriesgada para las mujeres. Serrano critica la tendencia de culpar a las víctimas y destaca que, a menudo, los hombres no enfrentan el mismo escrutinio por sus decisiones de viaje.
Un legado de diversidad y contradicciones
Las mujeres exploradoras no siempre se ajustan al arquetipo de «mujeres adelantadas a su tiempo». Muchas de ellas provenían de clases privilegiadas y, en ocasiones, tenían visiones conservadoras. Por ejemplo, Gertrude Bell, una figura prominente del movimiento antissufragista, y Lady Hester Stanhope, que despreciaba a otras mujeres por considerarlas frívolas. Este legado de diversidad muestra que cada viajera tenía sus propias motivaciones y desafíos, lo que enriquece la narrativa de las mujeres en la historia de los viajes.
La edición brasileña de «Mujeres viajeras» se lanzará en São Paulo, un evento que promete celebrar la valentía y la historia de estas mujeres que, a pesar de las adversidades, han dejado una huella imborrable en el mundo de los viajes. La obra de Serrano invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la exploración y la necesidad de reconocer sus contribuciones a lo largo de la historia.
