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Una nueva era en la tecnología de baterías
La reciente presentación de la batería nuclear por parte de la startup china Betavolt ha generado tanto entusiasmo como escepticismo en el ámbito tecnológico. Fundada en 2021, esta empresa ha prometido una batería con una vida útil de hasta 50 años, un avance que podría revolucionar la forma en que alimentamos nuestros dispositivos.
Aunque inicialmente se esperaba que el producto estuviera disponible en diciembre, el presidente de Betavolt, Zhang Wei, ha anunciado que la presentación oficial se llevará a cabo en julio en Pekín, lo que ha aumentado la expectativa entre inversores y consumidores.
¿Qué hace única a la batería de Betavolt?
La batería BV100 de Betavolt se basa en la radiactividad del níquel-63, que emite electrones a través de un proceso de desintegración beta. Esta energía se convierte en electricidad mediante capas de semiconductores que capturan los electrones.
A diferencia de las baterías convencionales, que requieren recargas frecuentes, la BV100 promete una duración excepcional, lo que la convierte en una opción atractiva para dispositivos que requieren energía constante, como drones y sensores. Además, su capacidad para operar en un rango de temperaturas extremas, desde -60 °C hasta 120 °C, la hace ideal para aplicaciones en entornos desafiantes.
Desafíos y oportunidades en el horizonte
A pesar de las promesas, la batería de Betavolt enfrenta críticas debido a su potencia inicial de solo 100 microwatts, lo que es insuficiente en comparación con las baterías AA comunes, que ofrecen aproximadamente 2.4 watts.
Sin embargo, Zhang ha prometido una versión mejorada de 1 watt para julio, lo que podría cambiar las reglas del juego. La empresa también destaca la seguridad de su producto, argumentando que las emisiones de electrones son mínimas y que la batería no representa un riesgo para la salud humana. Esto abre la puerta a aplicaciones en dispositivos médicos, como marcapasos, donde la seguridad es primordial.
El futuro de la energía sostenible
Además de su larga duración, Betavolt se compromete a tener un bajo impacto ambiental. La empresa asegura que, tras décadas de uso, la batería no será radiactiva y que se encargará de su reciclaje. Este enfoque sostenible es crucial en un mundo que busca alternativas más limpias y eficientes. Otras empresas, como CityLabs en EE. UU., también están desarrollando tecnologías similares, lo que indica que la competencia en el sector de baterías nucleares está en aumento. En Brasil, investigadores del Instituto de Pesquisas Energéticas e Nucleares (Ipen) están trabajando en un prototipo que utiliza americio, lo que muestra que el país también está en la carrera por innovar en este campo.
