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La conexión entre la musculación y la salud cerebral
La musculación ha sido reconocida por sus múltiples beneficios, desde el aumento de la fuerza y la masa muscular hasta la mejora del bienestar mental. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) ha revelado un efecto aún más sorprendente: la capacidad de la musculación para proteger el cerebro de los adultos mayores contra la demencia.
Este hallazgo, publicado en la revista GeroScience, destaca la importancia de incorporar el entrenamiento de fuerza en la rutina de las personas mayores, especialmente aquellas con deterioro cognitivo leve.
Resultados del estudio y su significado
La investigación involucró a 44 participantes con deterioro cognitivo leve, una condición que aumenta el riesgo de desarrollar demencia.
Después de seis meses de entrenamiento de fuerza, los resultados fueron contundentes. Los participantes no solo mostraron mejoras en su memoria, sino que también experimentaron cambios positivos en la anatomía cerebral. En particular, se observó una protección contra la atrofia en áreas críticas del cerebro, como el hipocampo, que está estrechamente relacionado con la enfermedad de Alzheimer.
Beneficios adicionales de la musculación
Además de los beneficios cognitivos, el estudio subraya la necesidad de incluir más educadores físicos en el sistema de salud pública. La musculación se presenta como una alternativa menos costosa y menos compleja en comparación con tratamientos farmacológicos, que pueden ser prohibitivos.
Por ejemplo, los nuevos medicamentos aprobados para tratar la demencia pueden costar hasta 30,000 dólares al año. En contraste, el entrenamiento de fuerza no solo es accesible, sino que también se ha demostrado que mejora la salud neuronal y reduce el riesgo de demencia.
El futuro de la investigación en musculación y salud cerebral
Los investigadores creen que un programa de entrenamiento más prolongado podría ofrecer resultados aún más significativos. Algunos participantes incluso mostraron mejoras tan notables que ya no cumplían con los criterios de deterioro cognitivo leve al finalizar el estudio. Esto abre la puerta a la posibilidad de que un entrenamiento continuo pueda revertir o ralentizar el avance de la demencia. La musculación, al estimular la producción de factores de crecimiento neural y promover la desinflamación, se posiciona como un enfoque prometedor en la lucha contra el deterioro cognitivo.
