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En un mundo donde cada nuevo hotel parece seguir el mismo patrón, desde las lámparas de Edison hasta los cócteles decorados, surge una pregunta incómoda: ¿qué ha pasado con la verdadera experiencia de viaje? Mientras las grandes cadenas hoteleras y las plataformas de alquiler vacacional convierten la experiencia turística en una fórmula repetitiva, México se ha aventurado a crear una red de hoteles que se distingue por su singularidad y conexión con la cultura local. Este enfoque no solo responde a una demanda creciente de autenticidad, sino que también tiene un impacto significativo en las comunidades que dependen del turismo.
Un modelo que preserva la identidad cultural
Volvamos al año 2000. Un grupo de hoteleros se acercó a Leobardo Espinosa, propietario de Mesónes Sacristía en Puebla, con una propuesta ambiciosa: transformar edificios históricos en hoteles y restaurantes que representaran la identidad mexicana y apoyaran la cultura tradicional. En ese momento, Puebla carecía de ofertas turísticas significativas, lo que llevó al grupo a mirar hacia el sur, hacia Michoacán. Y, ¿qué pasó? La idea resultó ser un éxito rotundo, dando lugar a un programa de certificación que reconoce propiedades que cumplen con altos estándares de calidad y que reflejan el patrimonio cultural y gastronómico de México.
Hoy, este consorcio, conocido como Tesoros de México, agrupa 130 propiedades en 48 ciudades de 13 estados. Lo emocionante es que cada uno de estos hoteles es único; su autenticidad proviene de la historia que cada uno lleva consigo. Espinosa, quien fue presidente del consorcio, subraya que estos hoteles no pueden ser replicados por grandes marcas, ya que su esencia está arraigada en la historia y el patrimonio cultural que representan.
Más allá de la estética: un enfoque riguroso en la calidad
Para ser parte de Tesoros de México, los estándares son rigurosos y van más allá de una simple fachada. Desde la calidad de la ropa de cama hasta los ingredientes que se utilizan en los restaurantes, todo debe cumplir con criterios específicos que reflejan la rica cultura del país. La preservación de estructuras históricas es fundamental, y muchas de estas propiedades están protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), garantizando que al menos el 60% de su construcción original se conserve.
Pero, ¿por qué es esto tan importante? Este enfoque no solo busca la preservación, sino que también se traduce en un desarrollo económico estratégico. La mayoría de los productos y servicios utilizados en estos hoteles son de origen local, lo que genera cadenas de suministro que benefician a las comunidades. En un entorno donde plataformas como Airbnb pueden deslocalizar el impacto económico, Tesoros de México se esfuerza por mantener el flujo de ingresos dentro de las comunidades locales, apoyando a productores de textiles, chefs y artistas.
Desafíos y oportunidades en un entorno cambiante
A pesar del crecimiento del turismo en México—y con Cancún siendo reconocido como el destino vacacional principal para los norteamericanos en 2025—el consorcio enfrenta desafíos significativos. La competencia con cadenas internacionales y la percepción de seguridad en el país son cuestiones críticas que afectan la decisión de los turistas. Según un informe de 2023, un 94% de los proveedores de servicios turísticos en México advierten sobre el impacto negativo de la inseguridad en el turismo.
Afrontar esta percepción es esencial, no solo para el éxito de los hoteles Tesoros, sino también para la estabilidad económica de regiones enteras que dependen del turismo. La autenticidad y la conexión con la comunidad son factores cada vez más valorados por los viajeros que buscan experiencias más allá de lo superficial.
A medida que el consorcio se expande y nuevos miembros se suman, como la Hacienda Santo Cristo en Atlixco, que ha sido restaurada meticulosamente para preservar su arquitectura colonial, Tesoros de México continúa ofreciendo una alternativa significativa a la creciente homogeneización del sector hotelero global. En un mundo donde la eficiencia y la escalabilidad a menudo dominan, Tesoros se centra en algo que no se puede medir: un verdadero sentido de lugar y conexión cultural.
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