Luis Domingo Siso es condenado a 97 años de prisión por incendio en Manaus que dejó tres muertos

Un tribunal de Manaus ha dictado una dura sentencia. Luis Domingo Siso, de 63 años, fue condenado a 97 años y nueve meses de prisión por el asesinato de tres personas y por un intento de homicidio, tras provocar un incendio en una casa de lotería en el Mercado Municipal Adolpho Lisboa en agosto de 2022. El juicio se llevó a cabo el pasado lunes y duró más de diez horas.

El crimen y sus consecuencias

El Ministerio Público del Amazonas presentó cargos contra Siso por triple homicidio, destacando la gravedad de usar fuego y poner en peligro a más personas. La tragedia tuvo lugar en una tarde que parecía normal en Manaus, pero que terminó en una pesadilla. Las víctimas, Stefani do Nascimento Lima, Carlos Henrique da Silva Pontes y Henison Diego da Silva, eran empleados de la lotería y no lograron escapar del fuego.

La cuarta víctima, Andrielen Mota de Assis, sobrevivió después de 41 días de hospitalización. Durante el juicio, Andrielen relató la angustiante experiencia de aquel día. “No sabía si iba a salir con vida”, declaró, reflejando el terror que vivió.

Los detalles del incendio

La motivación detrás de esta atrocidad fue revelada durante el juicio. Siso, en un arranque de ira, decidió prender fuego al establecimiento tras negarle el pago de un billete de lotería que él creía premiado. “Fue un acto irracional”, dijo el fiscal Márcio Pereira de Mello, enfatizando la brutalidad del crimen.

Una testigo del incidente narró cómo Siso, tras la discusión, tomó un taxi, compró gasolina por valor de R$ 300 y regresó para llevar a cabo su amenaza. La escena fue caótica; aquellos que estaban en el lugar no podían creer lo que estaba sucediendo. La violencia se desató cuando un grupo de personas intentó detenerlo antes de que llegara la policía.

Reacciones y consecuencias legales

Siso ya se encuentra en prisión desde 2022 y tiene el derecho de apelar contra la sentencia. Sin embargo, su comportamiento en el juicio no pasó desapercibido, ya que ofendió a un juez y abandonó la sala de videoconferencias donde se encontraba.

La comunidad ha reaccionado con horror ante el veredicto, pero también con alivio. “Cada juicio es un campo de combate por la justicia”, expresó el fiscal, dejando claro que la sociedad demanda respuestas y justicia en casos tan atroces. La pregunta que queda en el aire es: ¿realmente se puede encontrar justicia en situaciones tan desgarradoras?