En una noche marcada por la tensión, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) ejecutó una serie de arrestos masivos tras la implementación de un toque de queda. La alcaldesa Karen Bass tomó esta decisión en medio de protestas que resonaban en el centro de la ciudad.
Las manifestaciones se intensifican
Desde el martes por la noche, grupos de manifestantes se congregaron en la calle 1, entre Spring y Alameda. La situación llevó a las autoridades a desplegar un operativo policial especial. «Aquellos grupos están siendo atendidos y se están iniciando arrestos masivos. El toque de queda está en efecto», indicaron las autoridades a través de sus redes sociales.
Detalles del toque de queda
La alcaldesa Bass estableció una zona de restricción que abarca aproximadamente 2.6 km² en el corazón de la ciudad, que estará vigente hasta las 6:00 a.m. del miércoles, hora del Pacífico. Aunque menos de 100,000 residentes de los 4 millones que habitan la ciudad se verán directamente afectados, la medida ha generado un gran debate.
Reacción del LAPD
El LAPD ha sido claro: “Cualquier persona que siga involucrada en una reunión ilegal o actividad delictiva será detenida y arrestada”, advirtieron en un comunicado. Esta declaración llegó horas después de que comenzaran las detenciones, con reportes de cerca de 200 arrestos en la jornada del martes. Pero, ¿qué pasará con los detenidos? Las autoridades aún no han especificado los cargos.
Testimonios en el lugar de los hechos
El periodista Nick Watt, presente en el lugar, describió una atmósfera polarizada. “Hay quienes defienden firmemente su causa, pero también quienes buscan provocar disturbios”, comentó, reflejando la complejidad de la situación. Esta dualidad se siente en cada esquina del centro de Los Ángeles.
El futuro de las protestas
Mientras el operativo continúa, las autoridades evalúan si extenderán las medidas de restricción. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuál será el costo social de estas acciones? El escenario está preparado para nuevos desarrollos, con la ciudad en un estado de alerta máxima.


