La realidad detrás de la preparación sísmica en Perú

La inquietud sobre cuándo ocurrirá el gran sismo en Perú es algo que nos preocupa a todos, sobre todo en ciudades como Lima y Callao. La historia sísmica y los recientes movimientos telúricos han revivido temores que creíamos olvidados. Pero, ¿estamos realmente listos para enfrentar un evento de tal magnitud?

¿Cuándo ocurrirá el gran sismo?

Responder a esta pregunta siempre ha sido un ejercicio de incertidumbre. Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP), reconoce que aunque la ciencia ha avanzado en identificar zonas de riesgo, predecir el momento exacto de un sismo sigue siendo imposible. Lo que sí sabemos es que hay áreas críticas, como la franja de más de 300 kilómetros frente a la costa central del país, donde la acumulación de energía podría desatar un terremoto devastador.

Es alarmante pensar que Lima no ha experimentado un sismo significativo desde 1974. Esto no significa que estemos a salvo; al contrario, la expansión urbana sin una planificación adecuada ha dejado muchas construcciones en condiciones vulnerables. En lugares como Villa El Salvador, la calidad del suelo es deficiente, y muchas viviendas se levantan sin asesoría técnica, lo que aumenta el riesgo de colapsos durante un sismo. ¿Te imaginas lo que podría pasar si un sismo golpea en este momento?

La cultura de prevención es esencial

La falta de participación en simulacros de evacuación es un indicador preocupante de lo poco que se ha avanzado en la cultura de prevención. Solo el 30% de los ciudadanos de Lima participa en estas actividades. Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de fomentar la educación sobre cómo actuar en caso de un sismo. La prevención debe empezar en casa, revisando la calidad del suelo y la estructura de nuestras viviendas. ¿Tú ya has hecho esa revisión en tu hogar?

Por otro lado, el gobierno peruano está trabajando en un sistema de alerta temprana que, aunque no puede predecir sismos, puede ofrecer unos segundos de aviso tras su detección. Ese tiempo, aunque breve, puede ser crucial para salvar vidas, especialmente en ciudades alejadas del epicentro. Pero, ¿de qué sirve un sistema de alerta si no estamos preparados para actuar en esos segundos decisivos?

Lecciones aprendidas y responsabilidad ciudadana

La experiencia nos dice que la responsabilidad no recae únicamente en las autoridades. Cada uno de nosotros debe ser proactivo en la revisión de nuestras viviendas y en promover una cultura de prevención. La autoevaluación y la preparación familiar son pasos fundamentales que pueden marcar la diferencia en un momento crítico. Mantener una mochila de emergencia con suministros básicos es una acción sencilla que podría ser vital en las primeras 24 horas tras un desastre.

Además, es esencial que cada familia adapte su mochila a sus necesidades particulares, revisando los contenidos periódicamente para asegurarse de que todo esté en condiciones. La prevención no es solo responsabilidad de las autoridades; es una acción que todos debemos asumir. ¿Tienes ya tu mochila lista?

Conclusiones y pasos a seguir

La amenaza sísmica en Perú es real y urgente. A pesar de los avances en la ciencia, la prevención y la preparación son nuestras mejores herramientas para mitigar el impacto de un gran sismo. Es fundamental que tomemos conciencia de nuestra vulnerabilidad y actuemos en consecuencia, promoviendo una cultura de prevención que involucre a todos. Solo así podremos enfrentar con mayor seguridad un evento que, aunque incierto en su momento, es inevitable en su ocurrencia.