La orquesta de los barrios: transformando vidas a través de la música

Un comienzo difícil pero esperanzador

Ruth Geréz, a sus siete años, se enfrentó a sus miedos cuando tomó su primer violín. Aunque la emoción de aprender era intensa, el temor a tocar en solitario la paralizaba. «Me aterraba que los demás me escucharan y me juzgaran», confiesa Geréz, ahora de 26 años. Sin embargo, su vida dio un giro significativo cuando se unió a la Orquesta de los Barrios en 2018, donde tuvo la oportunidad de presentarse como solista, interpretando obras de Astor Piazzolla y sintiendo por primera vez el apoyo del público.

El poder de la música y la comunidad

Lo que comenzó como un miedo se transformó en motivación. Geréz relata que las multitudes ahora la impulsan a seguir aprendiendo y compartiendo su amor por la música. La orquesta, que reúne a jóvenes de entre 15 y 27 años, se ha convertido en un espacio de crecimiento personal y profesional. Muchos de sus miembros han tenido la oportunidad de tocar en prestigiosos escenarios, como el Teatro Colón, y participar en proyectos internacionales.

Impacto en la vida de los jóvenes

La mayoría de los músicos provienen de zonas vulnerables de Buenos Aires, como Villa 31 y otros barrios marginales. La Orquesta de los Barrios se dedica a proporcionar educación musical y desarrollo profesional a adolescentes que no tienen acceso a estas oportunidades en otros lugares. Néstor Tedesco, director de la orquesta, selecciona a los miembros basándose en su talento musical y necesidad económica.

Las amigas: un pilar de apoyo

Un grupo de mujeres conocidas como “las amigas” ha jugado un papel crucial en el apoyo a los jóvenes músicos. Estas voluntarias recaudan fondos, proporcionan instrumentos donados y organizan actividades que fomentan el compañerismo entre los músicos. Tedesco destaca la importancia de este grupo: «Sin su apoyo, la orquesta no existiría en esta forma».

El impacto de las donaciones

Las amigas también se encargan de mantener una colección de cuerdas recicladas para los instrumentos, ya que adquirir cuerdas nuevas puede ser costoso en Argentina. Además, ofrecen clases de inglés y oratoria, creando un ambiente de aprendizaje y crecimiento continuo. Este apoyo ha permitido a muchos jóvenes seguir tocando y desarrollándose, incluso en tiempos difíciles como la pandemia de Covid-19.

La música como salvación

Para Geréz, la música representa una fuerza de conexión y sanación. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, como la pérdida de su madre, su violín ha sido su refugio. «No sé dónde estaría hoy sin la música», afirma con emoción. Esta pasión por la música se refleja en la dedicación de todos los miembros de la orquesta, quienes anhelan convertirse en músicos profesionales.

Un futuro lleno de posibilidades

La Orquesta de los Barrios no solo se trata de música; es un espacio donde los jóvenes pueden soñar y trabajar por un futuro mejor. Alexis Apaza, un joven de 17 años, combina sus estudios de ingeniería con su pasión por la música, destacando cómo la orquesta ha ampliado sus horizontes. Tedesco enfatiza que, al brindar oportunidades, se puede transformar la vida de estos jóvenes y abrirles puertas hacia un futuro más prometedor.

La comunidad como motor de cambio

La comunidad que rodea a la orquesta es fundamental para su éxito. Los padres y amigos asisten a las presentaciones, creando un ambiente de apoyo y unión. A pesar de los cambios constantes en el financiamiento gubernamental, el trabajo colaborativo ha permitido que el programa musical se mantenga firme y continúe prosperando.

La disciplina y el compañerismo

Los vínculos que se forman en la orquesta son profundos. Las jóvenes violinistas Paloma Barreiro y Ambar Velasco coinciden en que ser parte de este grupo les ha enseñado disciplina y organización desde temprana edad. «La música nos da un propósito», dice Velasco, reflejando la importancia de esta comunidad en sus vidas.

Un futuro brillante para la orquesta

Cuando Ruth Geréz terminó su solo en una reciente presentación, el aplauso resonó en la sala. Las amigas ofrecieron refrigerios, y los músicos compartieron risas y sonrisas, evidenciando el éxito de su esfuerzo. Con cada nota, estos jóvenes demuestran que la música no solo es un arte, sino una herramienta poderosa para el cambio social y personal.

Para conocer más sobre sus próximas presentaciones y cómo apoyar a la orquesta, visita su Instagram: @orquestadelosbarrios.