En un acto cargado de tensión, Cristina Fernández de Kirchner, la ex presidenta argentina, se dirigió a miles de seguidores, sugiriendo que su arresto podría ser inminente. En el marco del Día de la Resistencia Peronista, la líder kirchnerista no solo mostró su fortaleza, sino que también lanzó un mensaje claro: la lucha política está lejos de terminar. «Con rivales como los míos, estar en prisión es un certificado de dignidad», afirmó, desafiando a aquellos que la han acusado de corrupción.
Un llamado a la organización
La ex mandataria se presentó en la sede del Partido Justicialista en Buenos Aires, donde miles de activistas se reunieron para escucharla. Con la mirada fija en el futuro, Fernández de Kirchner instó a sus seguidores a prepararse y organizarse, destacando la importancia de construir una alternativa política que pueda enfrentar la situación actual. En sus palabras, la situación del país es grave, y los sectores hegemónicos no se quedarán de brazos cruzados como lo hicieron en 2017. «No podemos permitir que se repita la historia», advirtió.
Un fallo inminente
La ex presidenta fue condenada en 2022 por delitos de corrupción y enfrenta una pena de seis años de prisión, además de una inhabilitación para ejercer cargos públicos. A pesar de que ha apelado su condena ante la Corte Suprema, los rumores apuntan a que un fallo podría estar muy cerca. La tensión en el aire se palpaba mientras Fernández de Kirchner se dirigía a sus seguidores, quienes la vitoreaban. «Algunos creen que pueden derrotarnos con esto», lanzó con fuerza. «Pero cuando los que han causado deudas monumentales siguen en libertad, créanme, estar preso es un certificado de dignidad».
La crítica al gobierno actual
Fernández de Kirchner no escatimó en críticas hacia el gobierno de Javier Milei, al que calificó de «gobierno payaso» y sus políticas de austeridad como una receta destinada al fracaso. «Este modelo tiene una fecha de caducidad, se está acabando», aseguró. Consciente de la historia, afirmó que la organización popular es inevitable y que el pueblo siempre encuentra la manera de defenderse. «Debemos estar alerta, esto terminará en una crisis mayor», advirtió, dejando claro que su movimiento debe unirse para enfrentar los desafíos venideros.
Un futuro incierto
La ex presidenta también reflexionó sobre su tiempo como vicepresidenta en el gobierno de Alberto Fernández, reconociendo que aunque hubo intentos de construir una alternativa, los resultados no fueron favorables. Con una mezcla de determinación y preocupación, se refirió a su posible arresto como una realidad que podría materializarse en cualquier momento. Sin embargo, mantuvo una postura optimista: «Independientemente de lo que pase con mi libertad, el pueblo siempre regresa». Un mensaje que resonó entre sus seguidores, quienes sienten que la lucha por la justicia y la dignidad continúa.
La resistencia kirchnerista
Fernández de Kirchner concluyó su discurso con un llamado a la unidad, recordando la casi victoria en 2023 y la importancia de seguir luchando. «La unidad asegura la victoria, como lo hicimos en 2019», enfatizó. La tensión en el ambiente era palpable, y su mensaje resonó con fuerza: la resistencia peronista está lejos de estar acabada, y la lucha por un futuro más justo y dignificado sigue viva.
