El nuevo memorando del Departamento de Justicia provoca controversia en la política migratoria de EE. UU.

Un reciente documento del Departamento de Justicia ha desatado una tormenta. En este memorando, se instruye a los jueces de inmigración a desestimar casos migratorios sin ofrecer un tiempo de apelación. La medida, según fuentes, busca aumentar los arrestos y acelerar el proceso de deportación. Pero, ¿a qué costo?

Detalles del memorando interno

Fechado el 30 de mayo, el memorando marca un cambio significativo en la política migratoria del país. Los jueces, que deberían actuar como garantes del debido proceso, ahora reciben órdenes de permitir que los abogados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) soliciten la desestimación de casos de manera oral durante las audiencias. Y lo más alarmante: deben conceder la solicitud de inmediato, sin el plazo habitual de respuesta.

“Las decisiones orales deben completarse en el mismo turno de audiencia en que se concluyan los testimonios y argumentos”, menciona el documento. Esto elimina la posibilidad de que los inmigrantes puedan presentar una defensa adecuada. No se requiere ninguna documentación adicional, lo que ha dejado a muchos abogados y jueces preocupados por la falta de transparencia y justicia.

Impacto en los inmigrantes

Una vez que se desestiman estos casos, los inmigrantes pueden ser sometidos a procedimientos de expulsión rápida. Esto significa que podrían ser deportados sin la oportunidad de presentar su caso de asilo ante un juez. El memorando aclara que los individuos en este tipo de procedimiento están “sujetos a detención obligatoria”, lo que implica que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) podría arrestarlos sin previo aviso.

La falta de respuesta del Departamento de Justicia a las solicitudes de comentarios ha dejado a muchos en la comunidad legal inquietos. Greg Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, expresó su preocupación: “Esto es una violación directa de la ley, ya que se omiten las circunstancias individuales de cada caso”.

Reacciones de los jueces y abogados

El descontento entre los jueces de inmigración es palpable. Una fuente cercana al sindicato de jueces reveló que la medida ha causado molestia, ya que consideran que socava el proceso judicial. “Esto es una burla que contradice el discurso de Trump sobre una aplicación justa de las leyes migratorias”, afirmó la fuente. La frustración es evidente, y muchos jueces temen que esta estrategia no solo afecte a los inmigrantes, sino que también menoscabe su integridad profesional.

Jason Houser, exjefe de gabinete de ICE durante la administración Biden, advirtió que este enfoque no agilizará las deportaciones, ya que el sistema ya está saturado. “Saturar el sistema con miles de personas sin antecedentes penales malgasta recursos”, agregó. Actualmente, más de 51,000 inmigrantes están bajo custodia de ICE, aunque el presupuesto solo permite detener a 41,500, lo que podría llevar a sanciones judiciales.

Conclusiones y futuro incierto

La nueva política migratoria de la administración actual ha generado un ambiente de incertidumbre y temor entre la población inmigrante. A medida que se implementan estas medidas, las preguntas se multiplican: ¿qué pasará con aquellos cuyos casos son desestimados? ¿Cómo afectará esto a la comunidad en su conjunto? La situación sigue evolucionando, y solo el tiempo dirá cuál será el impacto real de estas decisiones.