Zacatecas y su apuesta por la seguridad: el papel de la tecnología en el combate al crimen

La reciente inauguración de un centro de comando en Zacatecas y la adquisición de un perro robot armado han generado un gran revuelo mediático. Pero, ¿realmente estas iniciativas abordan los problemas subyacentes de inseguridad en el estado? El gobernador David Monreal ha manifestado su compromiso por fortalecer la seguridad pública, aunque los datos sugieren que la situación es más compleja de lo que aparenta.

El costo de la innovación en seguridad

El nuevo centro C5, que ha supuesto una inversión de 1,000 millones de pesos (aproximadamente 53.6 millones de dólares), se presenta como un pilar estratégico para pacificar Zacatecas. Sin embargo, la inversión en tecnología no siempre se traduce en una disminución del crimen. Según informes recientes, Zacatecas figura entre los estados menos pacíficos de México, con una tasa de homicidios de 29.7 por cada 100,000 habitantes en 2024. Estas cifras cuentan una historia diferente a la del optimismo gubernamental.

A pesar de las inversiones, la violencia persiste. La instalación de 3,000 cámaras de vigilancia y el uso de drones y plataformas de comunicación pueden mejorar la respuesta a emergencias, pero ¿son estas herramientas suficientes para detener la violencia organizada y el narcotráfico que azotan la región?

El caso del robot perro: ¿solución o espectáculo?

El DogBot, un perro robot armado que puede ser controlado a distancia y cuenta con tecnología avanzada, ha captado la atención mediática. Sin embargo, es fundamental evaluar su efectividad en un entorno real. A pesar de las afirmaciones del Ministro de Seguridad, General Arturo Medina Mayoral, sobre la capacidad del robot para detectar armas y neutralizar amenazas, su aplicabilidad práctica genera serias interrogantes.

He visto demasiadas startups fallar por centrarse en el hardware sin un análisis sólido del mercado. Introducir un robot en un entorno urbano no garantiza resultados. La historia demuestra que la tecnología puede ser un complemento, pero no una solución mágica. La clave radica en integrar eficazmente estas herramientas dentro de una estrategia de seguridad más amplia que contemple el contexto sociopolítico de Zacatecas.

Lecciones aprendidas y el camino a seguir

Para los fundadores y gerentes de productos en el ámbito de la seguridad, es vital aprender de los errores del pasado. La obsesión por la innovación tecnológica no debe eclipsar la necesidad de comprender realmente a los usuarios y sus necesidades. La experiencia indica que un enfoque basado en datos y el análisis del *product-market fit* (PMF) son imprescindibles. Invertir en tecnología debe ir acompañado de una evaluación continua del impacto en la reducción del crimen.

Los líderes en el sector de la seguridad deben ser escépticos respecto a las modas y centrarse en métricas tangibles como la tasa de criminalidad, el tiempo de respuesta a emergencias y el retorno sobre la inversión (ROI) de las nuevas tecnologías. La sostenibilidad del negocio de la seguridad pública no se logra solo con la implementación de nuevos dispositivos, sino mediante una combinación de tecnología, estrategia y comprensión del entorno operativo.

Conclusión

La inauguración del centro C5 y la introducción del robot perro en Zacatecas son pasos que, a primera vista, parecen avanzar hacia una mejora en la seguridad pública. Sin embargo, debemos ser cautelosos y críticos. La verdadera prueba de estas inversiones será su capacidad para generar un impacto real en la vida de los ciudadanos. En el ámbito de la seguridad, el hype no debe reemplazar la necesidad de resultados medibles y sostenibles.