Un indigente entró en la tienda Croft House y atacó con un cuchillo a la vendedora Brianna Kupfer, es asesinada a puñaladas. Así murió Brianna el pasado jueves 13 de enero, con sólo 24 años, víctima de un nuevo episodio de violencia demencial que ha dejado a toda la ciudad conmocionada. Su cuerpo sin vida fue encontrado por un cliente que entró en la tienda 20 minutos después.
Vendedora es asesinada a los 24 años a puñaladas por un vagabundo que ingresó a su tienda
La joven, licenciada en diseño arquitectónico por la Universidad de Miami, llevaba un año trabajando como asesora en la tienda de muebles de lujo de Los Ángeles. «Todo el mundo la quería, y era una gran artista», fueron las palabras de su padre.
La policía de Los Ángeles está trabajando en la investigación. Según los investigadores, es probable que el asesino sea un indigente «varón, de tez oscura, de edad desconocida, alto y delgado». Llevaba una sudadera oscura y gafas de sol, una máscara N-95 blanca, pantalones vaqueros, zapatos oscuros y mochila».
Según un informe, una mujer, Jennifer Botelho, propietaria de un consultorio quiropráctico cercano, dijo que el sospechoso había entrado en su negocio poco antes de llevar a cabo el asesinato. «Vino y me hizo un par de preguntas: ‘¿haces ortopedia aquí? ¿Qué tipo de atención ofrecen? Y salió. Sólo estuvo aquí unos minutos«, dijo la mujer. «Espero que puedan atrapar a esta persona.
Amigos y familiares conmocionados
La muerte sin sentido de la joven ha dejado conmocionados a los amigos de Brianna, a sus padres y a sus tres hermanos, Brandon, Tucker y Mikaela. Todos ellos la describen como «un ángel, una joven brillante dedicada a su familia y con grandes sueños». Incluso la dueña de la tienda, Riley Rea, dijo que la chica era querida por sus colegas y que era «madura para su edad». El violento incidente no es un caso aislado y ha vuelto a poner el foco en el crecimiento de la delincuencia en Los Ángeles. Según las cifras publicadas por el departamento de policía local, las víctimas de homicidio en la ciudad han aumentado un 52% respecto a 2019 y las muertes por arma de fuego un 59%.
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