Vandalismo en Mount Gambier: Adolescente Arrestada por Dañar la Escultura ‘Cast in Blue’

En Mount Gambier, Australia, un incidente de vandalismo ha suscitado un intenso debate en la comunidad. Amelia Vanderhorst, una joven de 19 años, enfrenta acusaciones por causar daños a la escultura ‘Cast in Blue’, conocida coloquialmente como ‘Mancha Azul’. Este suceso tuvo lugar el 13 de septiembre, cuando la adolescente decidió añadir grandes ojos a la escultura, que había sido inaugurada apenas dos meses antes, el 16 de julio.

Las autoridades locales no han tomado el asunto a la ligera. Según documentos judiciales presentados por la policía, Vanderhorst actuó con indiferencia temeraria respecto al daño que su acción podría causar a la escultura. El costo estimado de las reparaciones es inferior a los 2,500 dólares australianos. La artista se defiende argumentando que su modificación era una forma de expresión creativa. Pero, ¿es el vandalismo una forma de arte o simplemente un acto irresponsable?

Contexto de la escultura ‘Cast in Blue’

‘Cast in Blue’, obra de los artistas Mitch Walker y Tom Proctor del estudio Huna, se encuentra en Bay Road, frente al Centro Cultural y de Artes Riddoch. Esta escultura fue seleccionada en 2025 como parte del Beacon Art Project, que recibió 22 propuestas de artistas de toda Australia. La elección de esta obra se basó en su capacidad para conectar creativamente con el paisaje local y enriquecer la oferta cultural de Mount Gambier.

El significado de la obra

La escultura busca representar una versión mítica de la megafauna que una vez habitó el sureste australiano, utilizando los colores vibrantes del famoso Lago Azul de la región. Sin embargo, su instalación ha generado controversia. Desde el inicio, el costo de 136,000 dólares para su creación ha sido objeto de críticas, especialmente en un contexto donde las tasas municipales aumentaron un 10% en 2025 y un 8% en 2024.

Reacciones y consecuencias del acto de vandalismo

La comunidad ha reaccionado de manera diversa ante el acto de Vanderhorst. Para algunos, se trata de una broma inofensiva, mientras que otros lo ven como un verdadero acto de vandalismo. Este tipo de intervenciones podría sentar un mal precedente para el futuro del arte público. Vanderhorst, en sus redes sociales, ha aclarado que su intención nunca fue dañar la escultura, sino más bien añadir un toque humorístico.

La respuesta de las autoridades

Tras su presentación ante el Tribunal de Magistrados de Mount Gambier, donde no se declaró culpable, la joven recibió el consejo de contratar un abogado para su próxima audiencia, programada para diciembre. Durante su declaración, mencionó que se encontraba enferma y bajo los efectos de analgésicos. En un giro inesperado, Vanderhorst ha iniciado una campaña de GoFundMe para recaudar fondos que le permitan cubrir su defensa legal.

“Ayúdenme a conseguir un abogado para luchar contra este caso del ‘blob azul’”, afirmó en su campaña, señalando que su situación económica es complicada debido a su juventud y falta de empleo. El debate sobre la escultura sigue activo en las redes sociales, donde los memes y versiones editadas de la obra se comparten rápidamente, reflejando así la polarización de opiniones entre quienes apoyan su acción y quienes la critican.

La alcaldesa Lynette Martin ha anunciado que el consejo municipal se propone recuperar los costos de reparación por los daños ocasionados. Diciéndolo claramente, considera que lo ocurrido es inapropiado e irrespetuoso. Además, advirtió que estas reparaciones implican gastos significativos.

Este incidente no solo resalta la fragilidad del arte público, sino que también pone sobre la mesa la necesidad de un diálogo constructivo acerca del valor y la preservación de estas obras dentro de la comunidad.