La historia de Peggy MacSween y su anillo de boda, se remonta a la década de los sesenta cuando la mujer estaba recolectando patatas y notó que éste se cayó. La mujer estuvo buscándolo esa mañana y días posteriores pero, nunca lo encontró.
Sin embargo, la esperanza de un nuevo capítulo en su vida llegó con una gran sorpresa, pasado más de 50 años, un amigo encontró el tan anhelado anillo y ella logró recuperar un fragmento de su expareja.
La historia del anillo
En la localidad de Benbecula, en las Islas Hébridas, Peggy estaba trabajando recolectando patatas cuando perdió su anillo, según BBC, «estaba sacudiendo la tierra de mis guantes y el anillo desapareció. No lo supe hasta que llegué a casa».
Al contárselo a su esposo John, con quien se casó en 1958, éste le compró una nueva alianza y la pareja paró la búsqueda del primer anillo.
En ese lapso la mujer usó el anillo de su madre como señal de amor. Tras la muerte de John, Peggy, añoró encontrar su alianza original.
Un vecino encontró el tesoro de Peggy
Sin saber lo ocurrido, su vecino Donald MacPhee, probó un detector de metales y decidió buscar en la tierra que tesoros encontraba.
Tras varios días buscando diferentes objetos y cavar más de 90 hoyos. El hombre encontró un gran tesoro, un anillo que tenía grabado el nombre de su vecina Peggy MacSween.
«Se acercó a la puerta y dijo: ‘Tengo algo que mostrarte’. Era el anillo de boda. No podía creerlo, pero ahí estaba. Pensé que nunca lo volvería a ver», declaró Peggy.
El hombre no dudó en darle el anillo ya que significaba mucho para ella. Ahora, Peggy luce tres increíbles recuerdos del gran día. Los tres anillos que más le recuerdan a su amado y la historia que vivieron juntos, uno de ellos el que era de su madres, otro el reemplazo del primer anillo y, el más reciente y significativo el que simboliza su alianza con John.
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