Una niña de 9 años que recibe un disparo accidentalmente por una víctima de robo en el sureste de Houston ha sido declarada muerta, según las autoridades.
Una niña de 9 años muere tras recibir un disparo de la víctima de un robo en el SE de Houston, según las autoridades
La niña, identificada por los miembros de la familia como Arlene Álvarez, estaba en estado crítico en el soporte de la vida después de que ella recibió un disparo en la cabeza durante un asalto cercano en un cajero automático en el sureste de Houston, dice la policía.
Pero en una actualización de la tarde del martes, la policía dijo que Arlene había sido declarada muerta.
Según la policía, Tony D. Earls, de 41 años, ha sido acusado de asalto agravado con lesiones corporales graves en relación con el tiroteo.
Sucedió en el banco Chase en la cuadra 2900 de Woodridge Drive y Village Way alrededor de las 9:43 p.m. del lunes.
Según las autoridades, un hombre y su esposa estaban en su vehículo en el drive-thru del cajero automático, cuando otro hombre se acercó y les robó a punta de pistola.
El cliente salió de su vehículo y disparó contra el atracador que huía y luego contra una camioneta en la que creía que se metía el atracador, según la policía.
«Oí las balas», dijo Armando Álvarez, padre de Arlene. «El primer instinto fue acelerar.
En cuanto acelero, ¿qué haces? Ya estás llegando a su lado y vas hacia el tipo que dispara. Así que supongo que cuando aceleré pensó que estaba con ese tipo. Disparó cuatro o cinco veces«.
La familia Álvarez se dirigía a uno de sus lugares favoritos, Spanky’s, para comer pizza por San Valentín. El padre, que trabaja como electricista, acababa de salir del trabajo a las 8:30 p.m. y quería depositar algo de dinero en efectivo antes de ir a cenar.
Álvarez dijo que escuchó los disparos iniciales y le dijo a su familia que bajara al coche, pero Arlene estaba en el asiento trasero con auriculares viendo vídeos y no le oyó.
«Ella fue la única que no se bajó porque no me oyó», dijo Álvarez. «Pensé que se había bajado porque le dije: ‘Bájate’, pero la vi bajar muy rápido».
El padre sostuvo a su hija de 9 años en sus brazos y dijo que podía sentir que ella había fallecido. Cuando los agentes llegaron, encontraron a Arlene sin respuesta en la camioneta de sus padres. La trasladaron al hospital Memorial Hermann, donde murió más tarde.
«Como he dicho, yo también tengo armas», dijo el desconsolado padre. «No estoy en contra de las armas. Lo entiendo. El tipo se estaba protegiendo, pero hay que tener más sentido común. No hay razón para que dispare más de tres veces cuando el ladrón ya estaba a dos manzanas».
Álvarez dijo que a su hija le encantaban la atención y las cámaras y que esperaba seguir los pasos de su madre, que se dedicaba a la peluquería y a las uñas.
«Pensaba que era un padre perfecto», dijo Álvarez. «Pensaba que lo hacía todo. Estábamos construyendo nuestra casa. Pensábamos que lo hacíamos todo bien y así de fácil. Pensamos que somos perfectos y así todo se vuelve«.
Las autoridades dijeron que no tienen una descripción del ladrón y no creen que haya sido alcanzado por los disparos.
Cualquier persona con información en el tiroteo y el robo se insta a ponerse en contacto con la División de Homicidios HPD en 713-308-3600 o Crime Stoppers. La misma ubicación del banco Chase fue el sitio de otro tiroteo mortal en octubre.
Mary Jane González fue asesinada por 40 dólares cuando un ladrón le disparó una vez en la cabeza, dijo su marido a ABC13.
La policía ha hecho públicas las imágenes de vigilancia del autor de los disparos, pero hasta el momento no se ha producido ninguna detención en el caso.
Esta es la segunda vez en apenas una semana que un niño de 9 años recibe un disparo.
El 8 de febrero, Ashanti Grant recibió un disparo durante un aparente incidente de ira en la carretera cuando se dirigía a la tienda de comestibles con su familia. Su tío ha dicho que estaba sentada en el asiento trasero del vehículo de su familia, viendo dibujos animados, cuando le dispararon.
La policía no ha encontrado al autor de los disparos, pero ahora hay una recompensa de 30.000 dólares por información que conduzca a la detención.
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