Una mujer está asustando a la gente con sus muñecas de silicona que son tan realistas que dejan a algunos cuestionando si son bebés reales.
Mujer crea muñecos realistas «espeluznantes» y realistas
Cristina Jobs, de 35 años y originaria de Deltebre, Cataluña, es una escultora profesional que añade increíbles detalles a los modelos de silicona de bebés recién nacidos que hacen «llorar» a la gente, ya que parecen asombrosamente reales.
Los muñecos de Cristina son de todas las formas, tamaños y tonos de piel, y algunos están completamente vestidos, mientras que otros se presentan como recién nacidos dormidos en lujosa ropa de cama.
Pero la artista, que se ha convertido en una sensación en las redes sociales, no se limita a los bebés humanos, sino que también ha creado criaturas fantásticas que dan vida a los sueños, como bebés alienígenas plateados y una mezcla entre un mono y un humano.
Incluso ha hecho un muñeco con piel azul que parece salido directamente de la película Avatar.
«Normalmente, la gente reacciona de muy buena manera ante mi trabajo: es una obra que impresiona, emociona e incluso confunde», dice Cristina.
«Por eso me gusta utilizar la silicona como material principal, porque su realismo no sólo se ve, sino que se toca.
«En una ocasión, una señora ciega lloró de emoción al tocar una de mis esculturas de silicona. Fue realmente sorprendente».
«Obviamente, hay muchas opiniones diferentes.
«Algunos piensan que mi trabajo es morboso o espeluznante. Pero creo que es bueno recibir una variedad de comentarios».
El tiempo y el esfuerzo que supone cada obra de arte es monumental para la artista, pero le encanta el proceso.
Dice: «El hiperrealismo es algo que requiere mucha superación. Para poder reproducir hasta el más mínimo detalle, como los poros de la piel o el vello facial y corporal, hay que tener paciencia».
«Intentar conseguir todos estos detalles para que la pieza parezca real es algo que me da adrenalina en cada una de mis creaciones».
Cristina puede pasar entre «dos meses y un año» creando minuciosamente las esculturas.
Y añade: «Hay que hacer muchos procesos: arrugas diminutas en la cara, construcción de moldes, pintura hiperrealista, mechones de pelo implantados uno a uno.
«La sensación de crear algo que pueda confundir la realidad con la ficción es algo que me apasiona».
La artista ha conseguido 162.000 seguidores en Instagram, lo que demuestra que su duro trabajo atrae a fans entregados.
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