A Georgia Goodier, de Warrington, se le diagnosticó un adenocarcinoma, que se cree que empezó en su intestino antes de extenderse a sus glándulas e hígado, a la edad de 22 años.
Una mujer «cariñosa y atenta», de 23 años, muere en su casa después de que le dijeran que tenía cáncer
Georgia Goodier tenía sólo 23 años cuando perdió la vida tras una breve batalla contra la enfermedad.
Los médicos habían sospechado inicialmente que tenía una infección de agua, pero cuando sintió un dolor en el costado derecho acudió a urgencias, informó el Liverpool Echo.
Después de someterse a análisis de sangre y exámenes en el Hospital de Warrington, seguidos de una biopsia de hígado, Georgia recibió la devastadora noticia de que tenía un adenocarcinoma.
Su madre, Cheryl Goodier, de 45 años, dijo: «Miras hacia atrás y piensas que nos han robado el tiempo con ella.
Pensábamos que teníamos la Navidad y la mayor parte de este año».
«Nunca tuvo ningún problema de salud en su vida. Es realmente surrealista. Todavía no parece real, por eso hacemos todo lo que podemos para seguir adelante. Sólo tenía 22 años (cuando se le diagnosticó) y no hay antecedentes familiares de cáncer, salvo hace años, pero no hay antecedentes familiares inmediatos de cáncer.
Fue un gran shock porque estaba muy sana y en forma. Comía bien, no bebía mucho, era muy activa en el gimnasio todo el tiempo».
Georgia tenía 22 años cuando le diagnosticaron un adenocarcinoma, que se cree que empezó en el intestino antes de extenderse a las glándulas y al hígado.
Se sometió a seis rondas de quimioterapia, pero sufrió varias infecciones sépticas en el conducto biliar, que finalmente no respondieron a los antibióticos.
Georgia volvió a casa el 1 de octubre del año pasado y murió cuatro días después
Amigos y familiares están participando en una carrera patrocinada de 56 millas en memoria de Georgia, y todo el dinero recaudado a través de su página de recaudación se destinará al Centro Oncológico de Clatterbridge, en Liverpool, donde recibió atención.
Esta iniciativa se produce después de que Georgia y su mejor amiga, Chloe, completaran la misma carrera patrocinada en febrero del año pasado a favor de la investigación del cáncer.
Al rendir homenaje a Georgia, Cheryl la describió como una «persona familiar» que era «querida por mucha gente». Cheryl dijo: «Era increíble. Era cariñosa y muy atenta. Era muy querida por mucha gente. Todavía vivía en casa, le encantaba estar con su familia y amigos. Era una persona de familia: tenía una hermana y dos hermanos y un cockapoo al que adoraba.
«Llevaba cuatro años con su novio Jack. Le encantaba viajar, ella y Jack habían estado en muchos lugares; Dubai era su favorito. No es lo mismo [en casa], es tranquilo. Era un manojo de amor y risas», agrego.
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