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Una madre que lleva ocho años amamantando a sus dos hijos revela que unos desconocidos la han tachado de «asquerosa» por amamantar a su hijo de 4 años dos veces al día.
Una mujer amamanta a su hijo de cuatro años y es tachada de «asquerosa»
Beccy Ashe, de 35 años, de Liverpool, trabaja como asistente de lactancia materna y lleva ocho años amamantando a sus dos hijos.
La madre dice que, aunque ha recibido miradas críticas de la gente en público y ha tenido que enfrentarse a las reacciones en línea, no le importa lo que digan los demás.
La hija de Beccy, Daisy, de ocho años, fue amamantada hasta que empezó a ir a la escuela con cinco años, incluso durante su embarazo con Tobias, de cuatro años, y junto a él.
Beccy Ashe, de 35 años, reveló que sigue amamantando a su hijo Tobias, de cuatro años, dos veces al día, y que amamantó a su hermana Daisy, ahora de ocho años, cuando estaba embarazada de él.
Con la mayoría de la gente, una vez que se lo explico, no hay negatividad, y respetan que es una elección que he hecho aunque no estén de acuerdo con ella.
«A veces me miran, pero normalmente, cuando estoy en público, estoy concentrada en mi hijo, así que no miro lo que piensan los demás», dijo.
Actualmente, Beccy amamanta a su hijo Tobias dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, y come alimentos sólidos durante todo el día.
Siempre supe que iba a amamantar a mi hijo, pero no tenía previsto hacerlo durante tanto tiempo cuando estaba embarazada de Daisy.
Los beneficios de lactar
La organización para la que trabajo ahora, Breastfeeding Support, le informó de todos los beneficios de la lactancia, como la reducción del riesgo de cáncer de mama.
Cuando llegó a los seis meses y empezó a tomar alimentos sólidos, tuvo que elegir entre cambiarle a la leche artificial o seguir dándole el pecho.
Y continuó: «Para mí no tenía sentido dejarlo, así que decidí continuar hasta que cumpliera un año y luego introducir la leche de vaca. Así lo hicimos, pero nunca dejó de hacerlo».
Dijo: «Con Tobias, obviamente, tenía más experiencia y no me preocupaba no poder producir leche. Pero pensé que, aunque hubiera alguna razón por la que no pudiera darle el pecho, encontraría leche de donante o intentaría encontrar a otra persona para que le diera el pecho».
Pasar a la leche artificial habría sido el último recurso
«Creo que a veces se presiona a las madres para que cambien a la leche artificial si hay un pequeño problema u obstáculo en la alimentación. Está bien si quieres hacerlo, pero todo el mundo debería estar informado de sus opciones», concluyó.
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