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Aimée Lê, es una maestra universitaria que vivió en una tienda de campaña durante su doctorado. La mujer dio a conocer que debido a los escasos ingresos en su salario no podía pagar el alquiler de un apartamento; por ello, recurrió a vivir en la tienda.
Así mismo, Aimée, manifestó que en su tercer año, la situación en el alza del alquiler fue el motivo por el que sin decirle a nadie vivió dos años en la tienda.
Los estudiantes nunca se enteraron de su situación
Por curioso que parezca, la docente logró aparentar ante las personas más cercanas que su vida continuaba con total normalidad. Incluso, debido a su rendimiento y excelente vida académica, confirmó para The Guardian «recibí buenas críticas de los estudiantes. Incluso organicé una conferencia internacional.
Trabajaba a un nivel muy alto y estaba increíblemente concentrada».
La docente, cuenta que pese a que los estudiantes pensaban que ganaba un gran salario, era todo lo contrario. Y, pare de su sustento se debía a la beca que obtuvo para su doctorado en Royal Holloway, pero que de los 18.000 euros anuales, pagaba casi 8.000 en compromisos académicos.
Por lo que no contaba con dinero suficiente para una casa.
Incluso su historia fue conocida muchos años después. Pero, durante el tiempo que era docente en el campus, sus estudiantes no se dieron por enterados.
Cómo logró vivir en una tienda por dos años
La maestra, compartió que le pidió prestada la tienda de campaña a un amigo y se ubicó en un campamento de protesta cerca del campus, allí vivió dos años. Para continuar con sus actividades, guardada sus libros en la oficina de posgrado, les negó a sus padres la situación al decirles que vivía en una granja orgánica. Y, para evitar rechazo o que se le juzgara por su situación no informó en la universidad su condición.
Para llegar a fin de mes, Aimée Lê, además de las clases particulares, trabajó en un jardín botánico y a sus vecinos de tienda les decía que no quería sentirse sola en casa. En 2019, la joven se graduó de su doctorado sobre los grupos étnicos minoritarios en la literatura estadounidense. Y, posteriormente consiguió un contrato de duración determinada durante dos años para enseñar escritura creativa en la Universidad de Exeter. Actualmente, vive con sus padres y está en busca de empleo en lo que considera su vocación: la educación.
Los malos contratos de tutorías para docentes
Si bien, la experiencia de Aimée sorprendió a sus exalumnos. Los cierto es que recientemente se han reportado casos en los que el pago a tutores en las universidades es muy bajo. No obstante, algunos tienden a aceptarlo en aras de un mejor contrato a futuro, mismo que pocas veces llega.
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