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Una madre que había sufrido muchos «altibajos» en su vida se desplomó y murió mientras cocinaba la cena después de haber luchado por respirar durante todo el día. Emma Allen, sufrió un paro cardiovascular tras haber consumidos drogas.
Una madre murió repentinamente mientras cocinaba
En la investigación se descubrió que Emma Allen tenía heroína y metadona en su organismo, lo que, según los médicos, habría sido un «compresor de su sistema respiratorio».
El Tribunal de Instrucción de Manchester escuchó que la camarera de 39 años hizo recados y dejó a su hijastra en la universidad el 25 de noviembre de 2020.
Sin embargo, por la tarde, tuvo dificultades para respirar y se llamó a los paramédicos a las 17:30 mientras ella cocinaba la cena, informa Manchester Evening News.
El tribunal escuchó que se hizo una segunda llamada a las 17:43 y que el incidente de emergencia fue tratado como «categoría uno».
La madre de la Sra. Allen, Janine Metcalfe, afirmó que los paramédicos «se perdieron en la finca».
Ella dijo: «Cuando llegaron a la casa, no pudieron salvarla».
La muerte de la madre
Poco después de las 6 de la tarde, cuando los paramédicos llegaron a su casa y se encontraron a sus seres queridos intentando la reanimación cardiopulmonar. Fue trasladada al Manchester Royal Infirmary, antes de ser declarada muerta a las 18.40 horas.
La autopsia concluyó que la Sra. Allen había fallecido a consecuencia de un paro cardiopulmonar.
El informe de toxicología reveló la presencia de heroína y metadona en su organismo: «El consumo de las drogas combinadas habría provocado una compresión de su sistema respiratorio que le causó dificultades para respirar.
«Entonces entró en parada cardiopulmonar».
El historial médico de Emma
Emma ya padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y un enfisema. En la investigación se dijo que no buscó más ayuda de los médicos después de encontrar algo en su pulmón, por los crecientes temores relacionados con la pandemia de coronavirus.
El tribunal escuchó que Emma Allen tenía un «historial de adicción a las drogas». Según su madre, había sufrido muchos «altibajos» a lo largo de su vida. En una declaración presentada por su madre, Janine, describió a Emma como alguien con una sonrisa que «iluminaba la habitación».
Dijo: «Ha dejado atrás a tres hermanas con el corazón roto y a una preciosa hija de 8 años. Había estado trabajando en Creta hace nueve años antes de volver al Reino Unido, conocer a su pareja y tener a su hija. Es preciosa y un orgullo para su madre».
«En su corta vida, luchó contra la adicción a las drogas. Tuvo muchos altibajos, pero estaba en un buen momento cuando murió. Tenía un corazón de oro. Su sonrisa iluminaba una habitación y era una entre un millón».
«El día que murió había estado corriendo de un lado a otro. Mientras preparaba el té, llamó a una ambulancia. La ambulancia se perdió en la urbanización y cuando llegaron a la casa no pudieron salvarla».
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