Bailey McBreen, una enfermera de Florida de tan solo 24 años, fue diagnosticada recientemente con cáncer de colon en etapa 3 después de haber pasado por alto el inusual síntoma de eructos continuos. McBreen había experimentado una serie de síntomas anormales que progresaron rápidamente a reflujo ácido y calambres estomacales.
A pesar de tener un estilo de vida activo y saludable, incluyendo múltiples visitas al gimnasio a la semana, McBreen fue lo suficientemente rápida como para darse cuenta de que algo andaba mal.Su experiencia como enfermera le permitió sentir la obstrucción dentro de su cuerpo y llamó la atención de sus médicos.
Después de una tomografía computarizada, se enteró de que tenía un tumor creciendo en su colon. La ubicación del tumor explicaba los síntomas inusuales que había experimentado, como eructos excesivos, seguidos de un doloroso reflujo ácido.Este tipo de cáncer se presenta en solo dos de cada 100,000 personas al año, lo que lo convierte en un diagnóstico raro para alguien de la edad de McBreen.
Sin embargo, ella se niega a dejar que este diagnóstico la defina. Adoptando un estilo de vida no tóxico y comprometiéndose a hacer todo lo posible para combatir esta enfermedad, McBreen ha demostrado una determinación que la guiará durante su tratamiento.El cáncer no discrimina, lo que significa que cualquier síntoma, incluso los que se consideran normales, deben ser abordados y tratados.
Por suerte, McBreen es una inteligente y decidida enfermera que ha demostrado tener un gran interés en su propio bienestar.