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El asalto a una joyería de lujo
En un giro inesperado de los acontecimientos, un robo en una tienda Tiffany & Co. en Orlando ha captado la atención de los medios y del público. El 26 de febrero, Jaythan Gilder, un hombre de 32 años, se presentó en la tienda con una historia increíble.
Afirmó ser un representante de un jugador de la NBA, lo que le permitió acceder a un salón VIP donde los empleados le mostraron joyas de alto valor. Sin embargo, lo que parecía ser una compra legítima se convirtió rápidamente en un asalto cuando Gilder decidió huir con las joyas.
Un plan que salió mal
Gilder logró apoderarse de dos pares de aros de diamante y un anillo, valorados en más de 1 millón de dólares en total. La policía de Orlando, al enterarse del robo, revisó las cámaras de seguridad y rápidamente identificó al sospechoso.
Su captura no tardó en llegar, ya que fue detenido durante un control de tráfico por conducir con las luces apagadas. En ese momento, las autoridades se dieron cuenta de que tenían al ladrón de Tiffany en sus manos.
La sorprendente revelación
Lo más sorprendente de esta historia es cómo Gilder intentó ocultar las joyas robadas. Al ser arrestado, se descubrió que había ingerido los aros de diamante en un intento desesperado por ocultarlos. Una tomografía computarizada reveló la presencia de «objetos extraños» en su estómago, lo que llevó a los investigadores a concluir que se trataba de las joyas robadas.
En un momento de desesperación, Gilder incluso comentó que debería haberlas tirado por la ventana. Este insólito intento de ocultación ha dejado a muchos boquiabiertos y ha añadido un giro inesperado a la historia del robo.
Consecuencias legales
Actualmente, Jaythan Gilder enfrenta un cargo de hurto de primer grado y tiene un largo historial criminal, incluyendo 48 órdenes de arresto pendientes y un antecedente por robo en otra tienda Tiffany & Co. en 2022. Este caso no solo resalta la audacia de los delincuentes, sino también la rapidez y eficacia de las autoridades para resolver el crimen. La historia de Gilder es un recordatorio de que, a veces, los planes más elaborados pueden desmoronarse de la manera más inesperada.
