Table of Contents
En un giro inesperado de los acontecimientos, un aparente acto de solidaridad se convirtió en un escándalo en Mar del Plata. Un joven de 21 años, tras chocar su vehículo contra un árbol, llamó a un colega para que le ayudara, pero lo que parecía ser un gesto amistoso terminó con su arresto y la incautación de un arma de fuego.
El accidente y la llamada de auxilio
El incidente tuvo lugar en la zona de Parque Hermoso, donde el joven conducía un Renault Sandero rojo. Tras el choque, que ocurrió entre las calles Catriel y San Cayetano, decidió contactar a un amigo para que le llevara otro vehículo, un Volkswagen Gol verde, que utilizaba para trabajar como remisero.
Sin embargo, la situación se complicó cuando la policía llegó al lugar del accidente.
La persecución y el descubrimiento
Al llegar, los agentes se encontraron con que los dos jóvenes intentaron huir del lugar. Esto desencadenó una persecución que culminó con la detención del conductor del Renault a pocas cuadras del accidente.
Durante el interrogatorio, el joven afirmó que ambos vehículos eran de su propiedad y que trabajaba como remisero. Sin embargo, la verificación de los datos reveló que ambos automóviles tenían pedidos de secuestro desde enero, ya que habían sido robados.
Un arma en el vehículo y las implicaciones legales
La situación se tornó aún más grave cuando la fiscal María Isabel Sánchez ordenó una requisa del vehículo chocado. En el interior, se encontró un revólver calibre 38 con cuatro municiones.
Este hallazgo no solo complicó la situación del joven, sino que también puso de manifiesto la gravedad de su implicación en actividades delictivas. La fiscal decidió trasladarlo a la Unidad Penal de Batán, donde enfrentará cargos por posesión de un arma de fuego y por el uso de vehículos robados.
Este insólito caso pone de relieve la necesidad de una mayor vigilancia y control sobre los vehículos en circulación, así como la importancia de la colaboración ciudadana en la lucha contra el crimen. La comunidad de Mar del Plata se encuentra en estado de alerta, recordando que no todo lo que parece ser un acto de ayuda es realmente lo que aparenta.
