Para Joel Wegener y sus hijos, tener un camión de helados en la familia es algo más que tener un negocio. Enseña a sus hijos con síndrome de Down valiosas lecciones de vida, además de inspirar a otros niños con discapacidades.
Un padre compra un camión de helados para que sus hijos con síndrome de Down puedan trabajar juntos
Como padre de dos niños con síndrome de Down, Joel comprendió las limitaciones de la sociedad y cómo pueden obstaculizar la mejora de las personas con diferencias. Por eso decidió tomar cartas en el asunto y crear él mismo una oportunidad de empleo para ellos.
En abril de 2021, Joel compró un camión de helados a otra familia de Indiana. Su esposa, Freida Wegener, le puso el nombre de «Special Neat Treats», y así, comenzó el negocio familiar. Los hijos de Joel, Josh, de 18 años, y Mary Kate, de 21, ambos con síndrome de Down, han participado activamente en hacer del camión de helados una vista popular en las calles de Cincinnati.
Lo que empezó para enseñar a sus hijos habilidades financieras, comunicativas y sociales se ha convertido en una empresa que ha «superado las expectativas». Han vendido unas 5.000 unidades de postre desde su lanzamiento en primavera. Pero más que alcanzar grandes cifras, el camión de helados trata de dar a Josh y Mary Kate una experiencia laboral sana.
«Es mucho más que vender helados», dijo Joel a WLWT. «Se trata de una experiencia para todo el mundo, pero para dar a mis hijos algo que hacer y mostrar a otros padres que tal vez hay algo creativo, fuera de la caja que podemos venir para nuestra familia y para que nuestros hijos hagan».
Joel, padre de 10 hijos biológicos, explicó que Mary Kate quería un trabajo que le permitiera trabajar con su «papá». Y el camión de helados era una forma maravillosa de conseguirlo.
«Mary Kate acaba de terminar en Pathways [un programa para personas con capacidades diferentes] y cuando la gente le preguntaba, siempre decía: ‘Quiero trabajar con papá‘», dijo Joel, citado por People. «Pero luego, cuando empezamos a hablar de este negocio de helados, fue simplemente algo natural [cosa] traerla a ella y también traer a Josh».
Cuando Joel explicó cómo van más allá de la venta de helados, dijo, según FOX19, «A diario conectamos con personas que se preocupan mucho por las necesidades especiales, o que tienen su propia historia y poder sentarse en este camión, mirar por la ventana y ver a los niños que vienen gritando y a los padres que traen a sus hijos.»
Tras varios meses de actividad, su hijo Josh está encantado con su nueva empresa. El adolescente reveló algunos de los trucos del oficio que le enseñó su padre y declaró: «Hacer sonreír [a los clientes]».
«Me ha hablado de saludarles», añadió Josh, citado por People. «Porque les encanta el helado y piden a gritos un helado cuando lo piden».
Con planes de ampliar el negocio, Joel y sus hijos esperan añadir más camiones a su flota para el próximo verano. Y lo que es más importante, la familia quiere seguir concienciando y mostrando cómo los adultos con discapacidad también tienen un gran potencial de contratación.
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