Un nuevo autor ha recibido mucha atención después de que utilizara un enfoque poco convencional para hacer llegar su primera obra a las manos del público. Dillon Helbig, de 8 años, estaba en la sucursal de Lake Hazel de la Biblioteca Comunitaria de Ada, en Boise (Idaho), con su abuela, a finales del año pasado, cuando decidió que en la biblioteca sería el momento perfecto para lanzar su cómic de 81 páginas.
Un niño lanzó su primer comic al meterlo en la estantería de la biblioteca
Así que dejó su libro, «The Adventures of Dillon Helbig’s Crismis«, en los estantes con la esperanza de que alguien lo viera.
Para su sorpresa, su libro, que ha sido oficialmente procesado y catalogado, tiene ahora una lista de espera de más de 50 personas.
«Quería poner mi libro en el centro de la biblioteca desde que tenía 5 años, y siempre me han gustado los libros y las bibliotecas», dijo el niño de 8 años a Good Morning America.
Cuando la madre de Dillion, Susan Helbig, se enteró de dónde estaba el libro autoeditado de su hijo, se puso en contacto con la biblioteca y les pidió que no lo tiraran.
Para su sorpresa, le dijeron que «era un artículo demasiado obviamente especial como para que consideráramos deshacernos de él».
La biblioteca apoyó el comic del menor
«Fue un acto furtivo», dijo Alex Hartman, el director de la sucursal, a The Washington Post.
Acto furtivo o no, Hartman dijo que no creía que fuera una «cosa de autopromoción».
«Sólo quería genuinamente que otras personas pudieran disfrutar de su historia».
La biblioteca tomó las medidas necesarias para que los titulares pudieran sacar el cómic de Dillion.
Sin embargo, quienes deseen leer la historia de Dillion, que cuenta con coloridas ilustraciones, tendrán que esperar un tiempo. Según People, 55 titulares de la biblioteca están actualmente en la lista de espera, y cada persona puede tener el libro hasta cuatro semanas.
Dillion ya tiene planes para otro cómic, «The Jacket Eating Closet«, basado en una historia real.
«Estamos muy orgullosos de él. Le vemos dibujar y escribir libros, y se mantiene ocupado durante horas y días», dijo su madre. «Fue increíble ver que tuvo la valentía de poner éste en la estantería. Lo quería y lo ha puesto».
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