Los tornados que se desataron las última horas del viernes y la madrugada del sábado provocaron muertes y un fuerte impacto en edificios, fábricas y vidas.
Un niño de 3 años muere en brazos de su madre después de que se derrumbara su casa durante los tornados de Kentucky
Las autoridades temen ahora que el número de muertos pueda superar ampliamente los 80, y el gobernador de Kentucky ha dicho que más de 70 personas podrían haber muerto tras «una de las noches más duras de la historia de Kentucky.»
Entre los fallecidos se encuentra un niño de tres años cuya madre está inconsolable.
«Sucedió tan rápido«, dijo Huda Alubahi al recordar el angustioso desenlace de la calamidad. Cuando el tornado arrasó Mayfield (Kentucky), Alubahi y sus dos hijos pequeños estaban dentro de un pequeño armario situado en un cuarto de baño. Según CBS News, la madre sostenía a Julius, de un año, en un brazo y a Jha’lil, de tres, en el otro, mientras se refugiaban dentro del armario.
«Los agarré y salté dentro del armario y cerré la puerta del mismo», dijo al reportero David Begnaud. Desgraciadamente, la casa se derrumbó sobre ellos, hiriendo a los tres pero hiriendo mortalmente a Jha’lil. «Y para cuando eso ocurrió todo estaba encima de nosotros…
No podía moverme… Sentía como si todos los pisos y todo lo de arriba estuviera sobre mí».
«Mi bebé, mi hijo de un año, estaba llorando», reveló, señalando que no podía mover los brazos para liberarse a sí misma y a sus hijos.
Un lavabo o inodoro del piso de arriba le había caído en la cara, dejaándola con un ojo morado. Mientras estaba atrapada entre los escombros, Alubahi pudo oír el sonido de su teléfono, pero no pudo atenderlo porque no sabía dónde estaba.
En el momento de la catástrofe, el hermano de Alubahi también estaba en su casa. Al parecer, estaba en el salón, que acabó derrumbándose en el sótano. Afortunadamente, consiguió salir de entre los escombros e intentó localizar a su hermana mediante el sonido del timbre de su teléfono. Sin embargo, cuando la batería se agotó, confió en los gritos de su sobrino y finalmente los encontró.
«Acabó viendo mi mano, eso es todo lo que pudo ver«, compartió. En ese momento, su bebé había dejado de llorar y la madre no pudo evitar asumir lo peor. «En ese momento pensé que se había ido. Pero no lo estaba», expresó Alubahi mientras se secaba las lágrimas. «Nunca oí a mi hijo de 3 años decir nada». El peso de los escombros era tal que ni siquiera podía girar la cabeza para comprobar si su hijo de tres años seguía vivo.
Sin poder respirar bien, empezó a gritar pidiendo auxilio y finalmente la sacaron con la ayuda de varias personas, entre ellas el padre del niño. Jha’lil había muerto en sus brazos y Alubahi se dio cuenta de ello tras ser trasladada al hospital. «No lo supe hasta entonces», dijo. «Era algo especial», dijo recordando a su hijo fallecido. «Era perfecto».
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