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El caso de un hombre que murió congelado en una nevada pero luego revivió, desconcertó a los médicos. Justin Smith, considerado por sus amigos ‘Iceman’, agradece a los expertos por luchar en traerlo devuelta a la vida.
El caso de Smith era tan extremo que nunca antes se había registrado un nivel de hipotermia como el de él.
La muerte de Justin
Tras una noche de fiestas, Justin Smith, se dirigía a casa de su padre, el joven de 26 años estaba a un par de cuadras de su destino cuanto tropezó y se golpeó. Smith, quedó inconsciente en el pavimento esa noche.
A la mañana siguiente su padre se preocupó por el joven y salió en su búsqueda. En un esquina el padre vio las botas de su hijo así que no dudó en investigar. Por sorpresa para él, efectivamente era Justin inconsciente y de color azul -recuerda-. Al parecer, el golpe fue tan fuerte que el joven no logró cobrar conocimiento y pasó 12 horas en la nieve; la noche anterior nevó y la temperatura fue de -4° C.
Ante la impactante imagen el padre solicitó paramédicos, quienes al comprobar el estado del joven notaron que no tenía pulso y su temperatura corporal estaba por debajo de los 20°C, por lo que lo declararon muerto.
«Comencé a llorar y a decirle ‘Justin, no me dejes'», recuerda Smith.
Una segunda opinión
Pese a que el examen preliminar dejaba claro que el joven había fallecido, los paramédicos se comunicaron con Gerald Coleman, del hospital de Lehigh Valley, la segunda opinión fue vital para la vida de Justin, ya que el médico no quiso darse por vencido con su caso.
Coleman ordenó a los paramédicos que le aplicaran a Justin reanimación cardiopulmonar (RCP), pese a que no tenía pulso y que parecía haber dado su último suspiro hacía medio día. Y, dirigirse al hospital, allí el doctor James Wu, sugirió conectar a Justin a una máquina de oxigenación por membrana extracorporal.
Los daños sufridos fueron leves
Tras 90 minutos conectado el corazón empezó a latir y su temperatura corporal a subir. Debido al daño causado su cerebro no registraba actividad, el joven estuvo 15 días en coma. Al despertar sorprendió que los único daños fueron en sus dedos, estos tuvieron que ser amputados por sufrir gangrena. Justin Smith siguió en tratamiento ya que debió aprender a caminar y tomar objetos debido a la amputación.
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