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Un intento de robo que terminó en tragedia
La noche del miércoles en San Justo, La Matanza, se vivió un episodio de violencia que dejó a un joven de 17 años muerto tras un intento de robo. El oficial de policía, que se encontraba de franco y vestido de civil, se detuvo en una farmacia para realizar una compra.
Al salir, fue sorprendido por cuatro motochorros armados que intentaron robarle su vehículo, un Renault Logan.
Según el relato del oficial, dos de los delincuentes se posicionaron a cada lado del auto, mientras que uno se colocó frente a él, apuntándole con un arma.
El cuarto ladrón permaneció en la moto, listo para huir. En un momento crítico, el ladrón que estaba junto a la puerta del conductor tocó el vidrio, lo que llevó al oficial a identificarse como policía. En un acto de defensa, el oficial desenfundó su arma y disparó en varias ocasiones.
La respuesta del oficial y el desenlace fatal
El oficial disparó al menos 15 veces, según la cantidad de casquillos encontrados en el lugar. El joven ladrón, identificado como Yago Samir Ponce, recibió múltiples disparos, seis de ellos en el abdomen y uno en el brazo izquierdo.
A pesar de la llegada de los servicios de emergencia, Ponce fue declarado muerto en el lugar. La escena fue impactante, con el cuerpo del ladrón y una réplica de revólver a su lado, lo que generó un intenso debate sobre la legitimidad de la defensa del oficial.
Las autoridades, al llegar, encontraron un total de 11 vainas servidas en el interior del auto del oficial y otras cuatro en el asfalto. La Policía Científica confirmó que los disparos impactaron en el vidrio de la puerta del conductor, el parabrisas y la puerta del acompañante. Este hecho ha suscitado preguntas sobre la seguridad en las calles y la respuesta de las fuerzas del orden ante situaciones de riesgo.
El contexto de la violencia en La Matanza
Este trágico incidente resalta la creciente preocupación por la inseguridad en la región. La Matanza ha sido escenario de numerosos episodios de violencia y robos, lo que ha llevado a un aumento en la percepción de riesgo entre los ciudadanos. La decisión del fiscal Carlos Arribas de no tomar medidas contra el oficial, al considerar que actuó en legítima defensa, ha generado reacciones mixtas en la comunidad.
La discusión sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades y la necesidad de proteger a los ciudadanos frente a la delincuencia se intensifica. Este caso, aunque trágico, pone de relieve la complejidad de la situación de seguridad en el país y la difícil línea que deben caminar los agentes del orden en su deber de proteger y servir.
