El refrán dice que la basura de un hombre es el tesoro de otro, lo que sin duda es el caso de un indigente que sobrevive con el dinero que gana rebuscando en la basura y gracias a un coleccionista que decide ayudarle.
Coleccionista de antigüedades busca a un indigente para compartir los beneficios de su hallazgo y ayudarle a cambiar su vida
Adam Gillian es un visitante habitual de una tienda de antigüedades de Edmonton (Alberta), donde suele vender los tesoros que encuentra rebuscando en la basura o «binning», como él lo llama.
Un día, su viaje a Curiosity Incorporated le llevó a entregar algo que ni él ni el dueño de la tienda se dieron cuenta de que era un verdadero tesoro.
Adam había encontrado una vieja célula de animación en un contenedor y la había llevado para venderla.
Cuando se la vendió a Alexander Archbold, el dueño de la tienda, obtuvo unos crujientes 20 dólares por su foto enmarcada del personaje de Disney, Bambi.
Sólo cuando Alexander la puso a la venta en Internet descubrió que valía mucho más que 20 dólares.
Alexander quería asegurarse de que Adam recibiera su parte justa por haberla encontrado, así que se puso a intentar localizarlo, una tarea nada fácil cuando la persona es un indigente.
Dos semanas después, Adam volvió a entrar en la tienda tras enterarse por un amigo de que el dueño tenía algo de dinero para él.
Alexander sabe lo que es pasar apuros, ya que cuando creció su familia pasó por momentos difíciles.
«Mi madre tuvo tres trabajos durante un tiempo, y no teníamos casa. Nosotros mismos luchamos contra la pobreza y la falta de vivienda cuando era un niño. Y durante gran parte de la secundaria, vivimos en moteles».
Alexander decidió sorprenderle con el dinero fingiendo que le estaban haciendo una entrevista para su canal de YouTube.
Comenzó preguntando a Adam un poco sobre su vida y éste le reveló que se había mudado a la zona por su familia y que empezó trabajando como instalador de tuberías en seco, pero que durante los últimos tres años había estado sin hogar y ganando dinero con el «binning». También reveló que tenía tres hijos menores de 10 años que estaban en régimen de acogida.
Alexander le entregó entonces la mitad del dinero 1600 dólares por su increíble hallazgo y no sólo le dio los fondos para ayudarlo a él y a sus hijos sino que también lo llevó a un banco para abrir una cuenta y con su permiso creó un GoFundMe para que Adam pudiera seguir ayudándolo.
«No lo mencionamos en este vídeo, pero Adam sí recibió todo el valor de la pieza», añadió Alexander en una actualización de su vídeo de YouTube.
«Usamos la otra mitad para comida, ropa y un billete de vuelta a casa. Además, pudimos recaudar 18.000 dólares a través de Gofundme«.
«Adam ha vuelto a trabajar a tiempo completo, se ha reencontrado con sus hijos y amigos y le va bien».
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