Un año de angustia y búsqueda: la historia de Loan Peña en 2025

Un año ha transcurrido desde que Loan Danilo Peña, un niño de 5 años, desapareció en 9 de Julio, Corrientes. La angustia y la incertidumbre siguen marcando la vida de su madre, María Noguera, quien conmemora este aniversario en un ambiente desolador. La calle de tierra, donde una vez jugaba su pequeño, se ha convertido en un recordatorio del dolor que vive cada día.

El hogar de la esperanza y el dolor

La casa de María es un refugio de recuerdos y esperanzas. En su patio, las banderas que claman por el regreso de Loan ondean, mientras ella se sienta a hablar, marcada por el desgaste emocional. “No te dan ganas de nada”, confiesa al ser preguntada si participará en la misa programada para el viernes 13, un evento que se lleva a cabo en la Capilla Ascensión del Señor, el mismo lugar donde se han organizado marchas para exigir justicia.

La misa, presidida por el arzobispo de Corrientes, es un acto que refleja la comunidad unida en su dolor. Sin embargo, María se siente distante de estas ceremonias. “Es más para los muertos”, afirma, dejando entrever su profunda convicción de que su hijo todavía está vivo. “Está con alguien”, añade con una fe inquebrantable.

La búsqueda de la verdad

La angustia de María no solo proviene de la ausencia de su hijo. También se siente frustrada por la falta de respuestas de las autoridades. “¿Por qué no dicen la verdad?”, se pregunta, refiriéndose a los detenidos en el caso. Con el corazón roto, expresa: “Si todos ellos tienen hijos. ¿No pensaron en ellos?”.

Mientras tanto, la vida en 9 de Julio parece haber cambiado radicalmente. Los niños ya no juegan en las calles como antes. Rodolfo, un docente que ha vivido en la localidad desde 1992, observa cómo el miedo ha invadido a las madres, llevándolas a recoger a sus hijos directamente de la puerta del colegio. “Desde que ocurrió la desaparición, ya no se ven grupos de chicos jugando solos”, explica.

Un pueblo marcado por la tragedia

El mural en la plaza que dice “Nunca dejen de buscarme! Loan”, junto a una imagen del niño, es un constante recordatorio de la tragedia que ha marcado a esta pequeña comunidad de 2.500 habitantes. La sensación de temor persiste, como un eco de lo que sucedió hace un año. La ausencia de policías en las calles es palpable, y la vida cotidiana avanza, pero con la sombra del miedo siempre presente.

María, atrapada entre la esperanza y el dolor, comparte que su vida ha cambiado drásticamente. “Me cuesta salir de casa”, dice, mientras su mente se aferra a recuerdos de su hijo. La mochila de Loan permanece intacta en su habitación, un símbolo de la vida que se detuvo repentinamente. “Es como si lo estuviera esperando”, confiesa, y es en esas palabras donde se siente la profundidad de su desconsuelo.

Los implicados y la espera de justicia

La investigación avanza, con 17 acusados que enfrentarán juicio por la sustracción y ocultamiento de Loan. La justicia, sin embargo, se mueve lenta y con incertidumbre. Los detalles de la desaparición siguen siendo un misterio. Según los informes, Loan fue visto por última vez el 13 de junio de 2024, en el momento en que se alejaba hacia una zona boscosa. Desde entonces, su familia y la comunidad no han dejado de buscarlo.

Laudelina Peña, la tía de Loan, es solo una de las personas detenidas en este caso, junto a otros implicados que enfrentarán un juicio que podría comenzar a finales de este año o principios del próximo. La pregunta que persiste es: ¿dónde está Loan? La búsqueda de respuestas continúa, pero la herida en el corazón de María permanece abierta y sangrante.

Reflexiones en medio de la tragedia

A medida que caen las sombras de la tarde, María se aferra a su fe y esperanza. “No voy a bajar los brazos hasta que aparezca”, afirma con determinación. La lucha por la verdad y la justicia continúa, mientras el eco de su voz resuena en un pueblo que aún se aferra a la esperanza de encontrar al pequeño Loan.

Las memorias de un niño lleno de vida persisten en cada rincón de 9 de Julio, un lugar que, a pesar de la tragedia, sigue buscando respuestas. La comunidad no olvida, y su madre, con el alma desgarrada, sigue adelante, esperando que algún día, la verdad salga a la luz y Loan regrese a su hogar.