Recientemente, Tulum, uno de los destinos turísticos más atractivos de México, ha sido escenario de un operativo de verificación por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Esta acción se llevó a cabo tras recibir numerosas quejas de turistas y locales sobre un notable aumento en los precios de productos y servicios en la zona. Como resultado, varios negocios fueron cerrados temporalmente por no cumplir con las normativas de exhibición de precios y cobros justificados.
La Profeco inspeccionó un total de 29 establecimientos, que incluían cinco hoteles, cinco restaurantes y otras tiendas. En particular, el área del Parque Jaguar fue objeto de un examen exhaustivo donde se encontraron inconsistencias significativas en los precios.
Detalles del operativo en Tulum
Durante las verificaciones, se identificaron inconsistencias en la exhibición de precios en diversas empresas. La Profeco destacó que varios hoteles, como Diamante K y Pocna Tulum, enfrentaron sanciones por no mostrar adecuadamente las tarifas de sus servicios. Por ejemplo, se detectó que los precios en estos hoteles eran de hasta un 1,880% más altos que los promedios del centro de Tulum.
Inconsistencias en precios de alojamiento
Un análisis realizado por la Profeco reveló que el costo promedio de una habitación sencilla era de $3,577.50 pesos, mientras que en el centro de Tulum, el rango variaba entre $600 y $1,200 pesos. En el caso del hotel Diamante K, las tarifas alcanzaban hasta $13,860 pesos por noche, lo que generó gran preocupación entre los consumidores.
Quejas sobre precios excesivos en restaurantes
Las inspecciones también abarcaron varios restaurantes, donde se encontró que el costo de ciertos platillos era excesivo. Por ejemplo, el precio de un guacamole podía llegar a costar $280 pesos, mientras que una simple hamburguesa se ofrecía a más de $400 pesos. Estos precios desmedidos han llevado a la Profeco a recomendar ajustes en los menús y prácticas de servicio.
Suspensiones y recomendaciones
Como resultado de las irregularidades encontradas, varios restaurantes, incluida la cadena Burrito Amor y Guarapo Bar, recibieron órdenes de suspensión. Se les instó a cumplir con la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) y a garantizar que los precios fueran claros y accesibles para todos los clientes. Además, se detectaron violaciones como la falta de menús en español y la exhibición de precios en moneda extranjera.
Impacto de la situación actual en el turismo
La situación no solo afecta a los negocios implicados, sino que también tiene un efecto negativo en el turismo en la región. Hoteles como Kore Tulum y Villa Miramar Tulum se encontraban sin actividad comercial al momento de la inspección, lo que indica que la baja ocupación ha llevado a algunos a cerrar temporalmente.
Este operativo de la Profeco subraya la importancia de la transparencia en el sector turístico, especialmente en un lugar como Tulum, donde la economía local depende en gran medida del turismo. Las acciones están diseñadas para proteger a los consumidores y garantizar que obtengan un valor justo por su dinero.
Pasos a seguir
La intervención de la Profeco es un recordatorio crucial de que los derechos de los consumidores deben ser defendidos y que las prácticas comerciales justas son esenciales para el bienestar de la comunidad. Con la esperanza de un retorno a la normalidad, se espera que los negocios afectados hagan las correcciones necesarias para evitar futuras sanciones.


