Tragedia en Tucumán: la muerte de una cadete policial genera indignación

Un sueño truncado en el entrenamiento policial

La historia de Priscila Bianca Galván Brito, una joven de 22 años oriunda de Taco Ralo, Tucumán, ha conmocionado a la sociedad argentina. Priscila, quien aspiraba a ser policía, falleció tras más de veinte días de internación, luego de sufrir un desvanecimiento durante su primer entrenamiento en el Instituto de Enseñanza Superior de la Policía de Tucumán. Este trágico suceso ha puesto en el centro de la atención pública la cuestión de la seguridad y la salud de los cadetes en formación.

Denuncias de negligencia y falta de atención

La familia de Priscila ha denunciado negligencia por parte del personal del centro de entrenamiento policial. Según su madre, María Armas, la joven llegó al hospital con síntomas alarmantes, pero la atención médica fue insuficiente y tardía. «No sé qué le hicieron a mi hija», expresó con dolor, mientras exigía respuestas sobre la atención que recibió. La denuncia se centra en la falta de supervisión durante los ejercicios físicos, donde se alega que Priscila no recibió la atención necesaria en el momento crítico.

Reacciones y demandas de justicia

El caso ha generado una ola de indignación en Tucumán y más allá. Legisladores provinciales han solicitado la publicación de informes sobre la atención médica que recibió Priscila, así como los criterios de entrenamiento aplicados a los cadetes. José Cano, un legislador de Juntos por el Cambio, ha sido uno de los más vocales en exigir claridad y transparencia en este caso. «Son momentos para proceder con transparencia y responsabilidad», afirmó, subrayando la necesidad de investigar a fondo las circunstancias que llevaron a la muerte de la joven cadete.

La voz de la comunidad y el duelo colectivo

La comunidad de Taco Ralo ha expresado su dolor y solidaridad con la familia de Priscila. El municipio decretó una jornada de duelo, recordando a la joven como una persona llena de vida y promesas. En un comunicado oficial, se destacó la tristeza que ha dejado su partida, un reflejo del impacto que su muerte ha tenido en su entorno. La comunidad se une en la búsqueda de justicia, esperando que este trágico evento no quede impune y que se tomen medidas para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.

Reflexiones sobre la formación de cadetes

Este caso también plantea preguntas sobre la preparación y el bienestar de los cadetes en formación. La Secretaría de Seguridad de Tucumán ha defendido el programa de entrenamiento, argumentando que la exigencia física es mínima y que se han realizado exámenes médicos previos. Sin embargo, la tragedia de Priscila ha puesto en evidencia la necesidad de revisar estos protocolos y garantizar que todos los aspirantes a la fuerza policial reciban la atención y el cuidado que merecen. La salud y la seguridad de los futuros policías deben ser una prioridad, y la sociedad exige respuestas y cambios.