Un día de diversión que terminó en tragedia
El dique Potrerillos, un popular destino turístico en Mendoza, se convirtió en escenario de una tragedia el pasado domingo. Lautaro Seballe, un joven de 18 años, se ahogó mientras disfrutaba de un día soleado junto a sus amigos. Este accidente resalta la importancia de seguir las normas de seguridad en espacios acuáticos, especialmente en lugares donde está prohibido nadar.
La búsqueda y el rescate
Desde el momento en que se reportó la desaparición de Lautaro, las autoridades locales activaron un operativo de búsqueda que involucró a bomberos, buzos especializados y drones acuáticos. A pesar de las condiciones adversas y la escasa visibilidad al caer la noche, los equipos de rescate no se detuvieron. La búsqueda se reanudó al amanecer del lunes, y lamentablemente, cerca del mediodía, se encontró el cuerpo sin vida del joven en las profundidades del dique.
Un llamado a la conciencia sobre la seguridad acuática
Este trágico suceso pone de relieve la necesidad de educar a los jóvenes sobre los peligros de nadar en lugares no autorizados. A pesar de que hay carteles que advierten sobre la prohibición de bañarse en el dique Potrerillos, muchos ignoran estas advertencias. La combinación de la calidez del día y la falta de supervisión adecuada puede llevar a situaciones peligrosas, como la que vivió Lautaro. Es fundamental que tanto jóvenes como adultos comprendan la importancia de respetar las normas de seguridad para evitar que tragedias como esta se repitan.



