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Un suceso trágico en el corazón de Río de Janeiro
El pasado domingo, el turista Jorge Alex Duarte, de 54 años, falleció en las escaleras del icónico Cristo Redentor, un lugar que atrae a millones de visitantes cada año.
Este incidente ha desatado una serie de investigaciones por parte de la Policía Civil de Río de Janeiro, que busca esclarecer las circunstancias de su muerte y si hubo omisión de socorro por parte de las autoridades y empresas encargadas del lugar.
La Delegacia do Consumidor está indagando si se cometieron delitos relacionados con la atención al consumidor y la falta de asistencia médica adecuada. Ocho representantes de las empresas que operan en el sitio han sido convocados a declarar, lo que indica que las autoridades están tomando este asunto con la seriedad que merece.
Falta de atención médica y protocolos de seguridad
El incidente ha puesto de manifiesto las deficiencias en la infraestructura y los protocolos de seguridad del Cristo Redentor. A pesar de que el lugar fue reabierto tras una inspección, se encontraron irregularidades que incluyen problemas de accesibilidad y la necesidad urgente de reemplazar las escaleras mecánicas.
La concesionaria Trem do Corcovado, responsable del transporte al monumento, ha declarado que no se pronunciará hasta que concluyan las audiencias.
La falta de ambulancias y atención médica inmediata ha sido un punto crítico en este caso. La nuera de Jorge, quien es enfermera, criticó la ausencia de un servicio de emergencia en el parque y relató que tuvo que iniciar los primeros auxilios por su cuenta.
Este tipo de situaciones pone en riesgo la vida de los visitantes y plantea serias preguntas sobre la preparación de los servicios de emergencia en lugares turísticos.
Reacciones y compromisos tras la tragedia
La tragedia ha llevado a la Arquidiocese de Río a comprometerse a proporcionar una ambulancia equipada para atender emergencias durante actividades religiosas en el santuario. Además, el Parque Nacional da Tijuca ha anunciado que cubrirá los costos de una ambulancia que estará disponible durante las horas de visita. Sin embargo, muchos se preguntan si estas medidas son suficientes para garantizar la seguridad de los turistas.
Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran el momento en que Jorge se desmaya y cae al suelo, lo que resalta la urgencia de una respuesta rápida. A pesar de que los socorristas llegaron con un desfibrilador, la atención llegó 34 minutos después de la caída, lo que podría haber influido en el desenlace fatal. Este tipo de retrasos en la atención médica son inaceptables y deben ser abordados de inmediato.
La muerte de Jorge Alex Duarte no solo es una tragedia personal para su familia, sino que también es un llamado de atención para las autoridades y las empresas que operan en el Cristo Redentor. Es fundamental que se implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los visitantes, para que incidentes como este no se repitan en el futuro.