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Un día trágico en el lago Moreno
El lago Moreno, un destino popular para los amantes del buceo en San Carlos de Bariloche, se convirtió en escenario de una tragedia el pasado fin de semana. Inés Martínez, una mujer de 63 años oriunda de Buenos Aires, perdió la vida mientras disfrutaba de esta actividad recreativa.
Según informes, la mujer comenzó a sentir falta de aire poco después de sumergirse, lo que la llevó a intentar salir del agua tras unos diez minutos de inmersión.
Rescate y atención médica
Los testigos del incidente alertaron a las autoridades, quienes activaron de inmediato el protocolo de emergencia.
Bomberos voluntarios llegaron al lugar y comenzaron a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en un intento por estabilizar a la mujer. A pesar de los esfuerzos, Inés fue trasladada en ambulancia a un centro de salud, donde los médicos continuaron con las maniobras de RCP, pero lamentablemente, falleció en el camino.
Investigación en curso
La fiscal Inti Isla ha tomado cartas en el asunto, iniciando una investigación para esclarecer las causas de la muerte. Las autoridades han confiscado el equipo de buceo utilizado por la víctima y están tomando declaraciones de los presentes en el lugar del accidente.
Se espera que los resultados de la autopsia arrojen luz sobre si la muerte fue consecuencia de una falla cardíaca o si hubo algún problema con el equipo de buceo que provocó la descompensación de Inés.
El auge del buceo en Bariloche
A pesar de esta tragedia, el buceo en el lago Moreno ha crecido en popularidad en la última década. Las aguas cristalinas del lago atraen tanto a aficionados como a expertos, quienes buscan explorar su belleza submarina. Las empresas de buceo en la zona requieren que los participantes tengan buena salud y sean mayores de siete años, lo que ha permitido que esta actividad se mantenga en auge durante todo el año.
Es fundamental que los buceadores, tanto novatos como experimentados, sean conscientes de los riesgos asociados con esta actividad y tomen las precauciones necesarias para garantizar su seguridad. La tragedia de Inés Martínez es un recordatorio de que, aunque el buceo puede ser una experiencia increíblemente gratificante, también conlleva riesgos que no deben ser subestimados.
