Terremoto en Afganistán: al menos 20 víctimas fatales y severos daños en la Mezquita Azul

En las primeras horas del 3 de noviembre de 2025, un terremoto de magnitud 6,3 estremeció el norte de Afganistán, provocando una tragedia que ha dejado al menos 20 muertos y más de 640 heridos, según informaron las autoridades sanitarias locales. Este evento sísmico no es un caso aislado; la región ha sido golpeada por varios terremotos devastadores en los últimos años, lo que ha puesto en jaque la infraestructura y la capacidad de respuesta del país.

El epicentro del sismo se localizó a aproximadamente 22 kilómetros al oeste-suroeste de la ciudad de Khulm, a una profundidad de 28 kilómetros. Las sacudidas se sintieron con intensidad en Kabul y en diversas provincias, causando deslizamientos de tierra y bloqueos temporales en las carreteras. Las imágenes compartidas en redes sociales mostraron el daño significativo en estructuras emblemáticas, incluyendo la famosa Mezquita Azul de Mazar-e-Sharif.

Impacto del terremoto en la infraestructura

El Ministerio de Defensa afgano activó de inmediato equipos de rescate que fueron enviados a las áreas más afectadas, particularmente en las provincias de Balkh y Samangan. En Mazar-e-Sharif, la capital de Balkh, varias casas y edificios resultaron dañados, lo que llevó a la evacuación de muchas personas hacia refugios temporales. A pesar de la magnitud del desastre, muchos de los heridos presentaron lesiones leves y recibieron tratamiento antes de ser dados de alta.

La Mezquita Azul y su historia

La Mezquita Azul, un símbolo de la arquitectura islámica y un lugar de gran importancia cultural, sufrió daños visibles. Este monumento, que data del siglo XV, es conocido por sus impresionantes azulejos turquesa y su rica historia, que se remonta a tiempos de gran esplendor en la región. Aunque se reportaron algunos desprendimientos de ladrillos, el edificio se mantuvo en pie, lo que brinda esperanza para su restauración.

La Mezquita, también conocida como el Santuario de Hazrat Ali, es un centro de peregrinación para muchos chiítas y atrae a turistas nacionales e internacionales. Las autoridades locales han expresado su compromiso de evaluar los daños y comenzar las labores de restauración a la brevedad posible.

Desafíos en la respuesta a emergencias

La respuesta a este desastre natural se complica por las regulaciones estrictas impuestas por el gobierno talibán, que limitan el contacto entre hombres y mujeres no emparentados. Esta situación ha obstaculizado las operaciones de rescate, especialmente en áreas rurales donde la infraestructura es más frágil. A pesar de estos desafíos, los equipos de emergencia han trabajado incansablemente para brindar asistencia a las víctimas y evaluar los daños.

Este terremoto sigue a otro evento sísmico que tuvo lugar en agosto, el cual dejó más de 2,200 muertos en el este del país. La frecuencia de estos desastres resalta la vulnerabilidad de Afganistán, un país que ya enfrenta una serie de problemas socioeconómicos y una infraestructura debilitada.

La historia sísmica de Afganistán

Afganistán se encuentra en una ubicación geográfica propensa a terremotos, siendo parte de la zona de colisión entre varias placas tectónicas. A lo largo de los años, la nación ha sido testigo de múltiples terremotos devastadores que han cobrado miles de vidas y han dejado a la población en condiciones críticas. La construcción de edificios en el país, a menudo de materiales de baja calidad, aumenta el riesgo de daños severos durante estos eventos.

La combinación de una infraestructura deficiente y la falta de recursos adecuados para la gestión de emergencias ha perpetuado un ciclo de vulnerabilidad que afecta a millones de afganos. La comunidad internacional ha hecho llamados para apoyar los esfuerzos de recuperación y reconstrucción, enfatizando la necesidad de mejorar la preparación ante desastres en el país.

Este reciente terremoto en Afganistán es un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrenta la nación. A medida que las autoridades trabajan para evaluar los daños y ayudar a las víctimas, la esperanza es que se implementen medidas efectivas para mitigar el impacto de futuros desastres naturales.