Temporal en São Paulo causa caos y la pérdida de un árbol centenario

Un temporal devastador golpea São Paulo

La tarde del miércoles 12 de octubre, São Paulo fue azotada por un fuerte temporal que dejó a su paso una estela de caos y destrucción. Con vientos que alcanzaron los 61,6 km/h, la ciudad enfrentó cortes de energía que afectaron a 176 mil clientes y un tráfico completamente paralizado. Lamentablemente, el saldo de esta tormenta fue trágico, con al menos una persona fallecida tras el impacto de una caída de árbol sobre un taxi en la región de Sé.

La pérdida de un símbolo natural

Entre los daños causados por el temporal, destaca la caída de un chichá (Sterculia chicha), un árbol que había sido testigo de la historia de la ciudad durante más de 200 años. Este majestuoso ejemplar, que alcanzaba los 30 metros de altura, era nativo de la mata atlántica y había sobrevivido a diferentes ciclos de urbanización. Su caída no solo representa la pérdida de un ser vivo, sino también de un símbolo de la biodiversidad que una vez floreció en la capital paulista.

Un legado cultural y natural

El chichá no solo era un árbol, sino un elemento cultural para las comunidades indígenas que habitaban la región. Sus raíces en forma de tabla eran utilizadas como instrumentos de percusión, creando un vínculo entre la naturaleza y la comunicación humana. A lo largo de los años, este árbol se convirtió en parte del paisaje urbano, rodeado de edificios y tráfico, pero siempre recordando su origen natural. La historia del chichá es un recordatorio de la importancia de preservar nuestro entorno y la biodiversidad que nos rodea.

La respuesta de las autoridades

La Defensa Civil de São Paulo emitió un «alerta severo» para las zonas oeste y norte, así como para el centro de la ciudad, advirtiendo a los ciudadanos sobre las condiciones climáticas adversas. Los bomberos trabajaron arduamente para despejar las calles y atender las emergencias causadas por la tormenta. Este evento pone de relieve la necesidad de una infraestructura urbana que pueda resistir fenómenos climáticos extremos, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.