En un emotivo mensaje compartido a través de sus redes sociales, Selton Mello ha conmemorado su tercer aniversario sin fumar, una lucha personal que ha marcado un antes y un después en su vida. El reconocido actor, famoso por su papel en «Ainda Estou Aqui», no solo celebra este hito, sino que también busca inspirar a otros que se enfrentan a la misma batalla. Su viaje hacia la libertad del tabaco es un testimonio de perseverancia y autodescubrimiento.
Un camino lleno de desafíos
Recordando sus primeros días sin el cigarro, Mello no oculta las dificultades que enfrentó. «El inicio fue brutal, lleno de ansiedad y deseos incontrolables de volver a fumar», relata. Sin embargo, a pesar de las adversidades, el actor se mantuvo firme en su decisión, encontrando en la alimentación un nuevo refugio. Aunque admitió haber ganado peso durante el proceso, enfatiza que estaba dispuesto a equilibrar su salud física por el bien de su bienestar general. «Todo valía la pena», asegura, reflejando su determinación.
El poder de la autoobservación
Una de las revelaciones más impactantes en su viaje fue su nueva percepción sobre el olor del tabaco. Mello confiesa que, al observar a otros fumadores, sentía una repulsión que nunca antes había experimentado. «Ese olor era abrumador, y me ayudó a reafirmar mi decisión de no volver atrás», explica. Esta autoconvicción se convirtió en un pilar fundamental de su recuperación, recordándole constantemente por qué había tomado la decisión de dejarlo. «Ser fumador significa oler mal, y no hay perfume que lo oculte», añade con sinceridad.
Un nuevo aliento de vida
Hoy, Selton Mello se siente como un hombre renovado. Su voz resuena con entusiasmo cuando habla de cómo ha recuperado su energía y bienestar tras dejar el cigarro. «Es como si hubiera despertado de un largo sueño», dice, reflejando la alegría de haber superado una adicción que lo acompañó durante 25 años. Este nuevo capítulo en su vida no solo es un motivo de celebración personal, sino también una invitación a aquellos que todavía luchan con el tabaco a creer en su capacidad de cambio.
En sus propias palabras, Mello enfatiza que no se considera un «ex-fumante», sino alguien que ha encontrado la libertad de no fumar durante tres años. Su historia es un recordatorio poderoso de que, aunque la lucha contra el vicio puede ser dura, es posible salir victorioso y disfrutar de los beneficios de una vida sin tabaco. A partir de su experiencia, ha dejado claro que el camino puede ser difícil, pero el destino vale cada esfuerzo.