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En un esfuerzo por impulsar la formalización de pequeños comerciantes y emprendedores en comunidades vulnerables, la ciudad de Santo André, ubicada en el ABC paulista y con una población de 750 mil habitantes, ha implementado el CEP Digital. Este innovador sistema, que comenzó a funcionar el 26 de octubre de 2023, tiene como objetivo proporcionar un registro formal a los micro y pequeños negocios, facilitando así su crecimiento y desarrollo.
¿Qué es el CEP Digital?
El CEP Digital es una iniciativa que busca asignar un dirección única a comerciantes que hasta ahora no contaban con un registro formal. Según el alcalde Gilvan Júnior (PSDB), esta medida permitirá que alrededor de 5,000 emprendedores se beneficien al poder emitir facturas y regularizar sus empresas. Esto no solo les dará acceso a servicios básicos, sino que también abrirá puertas a nuevas oportunidades comerciales.
Impacto en comunidades vulnerables
La implementación del CEP Digital es especialmente relevante para las 114 comunidades de Santo André, donde se estima que 20,000 residencias carecían de un dirección válida. Esta situación ha dificultado el acceso a servicios de entrega y correspondencia, algo que es común en áreas con alta densidad poblacional y escasos recursos. Con el nuevo sistema, los residentes podrán recibir sus envíos de manera más eficiente, mejorando su calidad de vida y facilitando el comercio local.
Un modelo a seguir en Brasil
Santo André se convierte en la primera ciudad del país en ofrecer el CEP Digital, un modelo que podría ser replicado en otras localidades. La experiencia de Paraisópolis, una de las comunidades más grandes de Brasil, es un ejemplo de cómo la falta de un registro formal puede limitar el desarrollo económico. Con la llegada del CEP Digital, se espera que surjan más iniciativas como empresas de entrega que beneficien a los residentes y fortalezcan la economía local.
En resumen, el CEP Digital no solo representa un avance en la formalización de negocios, sino que también es un paso hacia la inclusión social y económica de comunidades que han sido históricamente marginadas. La iniciativa de Santo André podría ser el catalizador que impulse a otros municipios a adoptar medidas similares, promoviendo así un entorno más equitativo para todos los emprendedores.