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La mujer, tras despertar del coma, no podía recordar nada de los últimos 15 años de su vida, ni siquiera a su marido.
Sale del coma y no reconoce a su marido: éste la recupera hasta que se casa de nuevo con ella
Angela Sartin-Hartung es una mujer de 59 años de Oklahoma (EE.UU.) que contó a The Sun su particular historia: al despertar de un coma tras un accidente, no recordaba nada de los últimos 15 años de su vida e incluso había olvidado quién era su marido.
Salir del coma y no recordar a su marido
Fue en 2013 cuando Ángela abrió los ojos y vio que un hombre sentado a su lado la miraba fijamente. Lo primero que pensó, por desgracia, fue que era un médico.
En cambio, fue su segundo marido, Jeff.
Desgraciadamente, el accidente le causó amnesia, hasta el punto de que estaba convencida de que seguía teniendo 36 años, estaba casada con John, su primer marido, y tenía dos hijos de dos y ocho años.
En ese momento, Angela tenía 51 años, y su primer marido había muerto hacía tiempo, sus hijos tenían 17 y 23 años, y había encontrado la felicidad con Jeff.
Jeff nunca dejó a su mujer sola en el hospital tras el accidente, a pesar de que los médicos le dijeron que estaba en una lucha a vida o muerte y que, aunque abriera los ojos, podría sufrir daños cerebrales permanentes.
Así que cuando esto ocurrió, fue un milagro para Jeff, pero la felicidad duró poco ya que su amada esposa no se acordaba de él.
Por su parte, los médicos fueron claros con Jeff ya entonces: normalmente, cuando uno de los cónyuges deja de recordar al otro y lo ve como un extraño, el matrimonio se rompe. Sin embargo, Jeff, dijo: «Me niego a pensar eso, siempre estaré al lado de Ángela ante cualquier cosa, como siempre lo he hecho».
Obviamente, también fue muy difícil para Angela: no recordaba nada de los últimos 15 años de su vida, y las lágrimas, la ira y la desesperación se apoderaron de ella. Le contaron acontecimientos nada positivos, como la muerte de su primer marido o la de su padre. Y había demasiada información que almacenar. Recordando ese período oscuro, Angela dice:
«Mi bebé Abigail tenía de repente 17 años y mi bebé Philip 23, un hombre. Era imposible de entender. Mi cabeza me decía que era un desconocido, pero mi corazón sentía que podía confiar en él«.
También era doloroso para Angela no recordar nada de Evan y Maggie, los dos hijos que Jeff tenía de una relación anterior:
«No tenía ni idea de quiénes eran, ni un solo recuerdo que me los devolviera».
Sale del coma y no recuerda a su marido: él la recupera y la enamora de nuevo
Como resultado, la mujer decidió quitarse el anillo de boda. ¿Un golpe para Jeff? Tal vez, pero no tanto como para que se rinda. Con una paciencia increíble, el hombre decidió contarle paso a paso toda la historia de su relación amorosa: desde cómo se conocieron, pasando por cómo se enamoraron y, finalmente, cómo le pidió matrimonio. Obviamente, no podía faltar la descripción detallada de su matrimonio.
«No recuerdo nada, pero sé que en el fondo de mi corazón todo se conserva. En cualquier caso, era muy duro no tener recuerdos de mis hijos creciendo, de felices vacaciones, de su primer día de colegio».
Y estas historias que Jeff le contaba durante días, luego semanas, luego años. Hasta que Angela se dio cuenta de que el objetivo de Jeff no era devolverle la memoria, sino demostrarle lo mucho que la amaba y lo fuerte que era su amor.
«La mayoría de los hombres simplemente se habrían alejado, o se habrían enterrado por el trabajo y las aficiones para escapar de la responsabilidad. Jeff no lo hizo, y cuando los meses se convirtieron en años, me volví a enamorar».
¿Y cómo fue para Jeff revivir el enamoramiento de su esposa?: «No era una carga, era un privilegio».
El hombre la recupera y se casa de nuevo con ella
Y como todo cuento de hadas que se aprecie, este también tiene su final feliz: el 16 de junio de 2018, la pareja se volvió a casar en Central Park en una hermosa ceremonia:
«Decir «sí» a un hombre que se preocupaba tanto por mí, haciéndome sentir segura, sin dudar nunca, fue algo espontáneo». En resumen, el Amor Verdadero siempre vence a todo.
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