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Un sueño que se convierte en meta
Román Araya, un joven de 16 años de Pablo Podestá, está decidido a hacer realidad su sueño de competir en el campeonato amateur del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) que se llevará a cabo en México del 26 al 29 de marzo.
Para lograrlo, necesita recaudar $1.500.000, de los cuales ha conseguido hasta ahora $300.000. Este esfuerzo no solo refleja su pasión por el boxeo, sino también la realidad de muchos jóvenes atletas que luchan por alcanzar sus metas en un entorno donde el apoyo financiero es escaso.
Entrenamiento y sacrificio diario
Román entrena todos los días en doble turno, dedicando sus mañanas de 9 a 12 a perfeccionar su técnica y resistencia. Además, cursa su tercer año de secundaria en el turno noche, lo que le permite equilibrar sus estudios con su preparación física.
Este compromiso es admirable, ya que demuestra que está dispuesto a sacrificar su tiempo y esfuerzo para llegar en la mejor forma posible a la competencia.
La búsqueda de apoyo comunitario
A través de las redes sociales, la familia de Román ha lanzado un llamado a la comunidad para que colabore en la recaudación de fondos.
Sin sponsors ni ayuda oficial, la familia ha decidido hacer una campaña de crowdfunding, donde cada pequeño aporte cuenta. Ángeles, la madre de Román, expresó: «Somos siete en casa y vivimos de las changas, por lo que tomamos la decisión de hacer la campaña para que la gente nos ayude con lo que sea.
$1, $2 o $5. Todo suma y nos viene bien». Esta iniciativa no solo busca fondos, sino también crear conciencia sobre las dificultades que enfrentan los jóvenes deportistas en su camino hacia el éxito.
El apoyo de la comunidad es crucial
El boxeo es un deporte que requiere no solo talento, sino también recursos. Los pasajes a México representan un gasto significativo, que oscila entre 600 y 700 dólares, sin contar los viáticos para los días de competencia. Román ha hecho un llamado a la solidaridad: «La gente me puede ayudar transfiriendo con lo que pueda. Hicimos algunos sorteos también, pero como mi papá hoy está sin trabajo, no tenemos forma de invertir para hacer algo más». Este tipo de situaciones pone de manifiesto la importancia del apoyo comunitario en el desarrollo de jóvenes talentos.
Un futuro prometedor en el boxeo
Desde que comenzó a entrenar boxeo a los 6 años, Román ha demostrado su pasión por este deporte. Su primera pelea fue a los 11 años, y el año pasado comenzó a competir en el ámbito amateur junto al equipo de Juan Rechimuzzi, un reconocido técnico que ha llevado a varios boxeadores argentinos a competir en el WBC. Román sueña con convertirse en un boxeador profesional y, con el apoyo adecuado, podría estar un paso más cerca de alcanzar ese objetivo.