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La llegada de Duterte al TPI
El ex-presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha hecho su primera aparición en el Tribunal Penal Internacional (TPI) a través de videoconferencia, un evento que marca un hito en la historia política y judicial de Asia.
Esta audiencia se produce en un contexto de creciente tensión y controversia, donde el ex-líder se enfrenta a acusaciones graves de crímenes contra la humanidad relacionados con su infame guerra contra las drogas. A pesar de que su abogado alegó problemas médicos, el tribunal determinó que Duterte estaba completamente consciente y apto para participar en la audiencia.
Las acusaciones y el contexto de la guerra contra las drogas
Las acusaciones contra Duterte son alarmantes. Se le imputa la responsabilidad criminal por el asesinato de al menos 43 personas durante su mandato, un periodo que incluye su tiempo como alcalde de Davao.
Las cifras oficiales indican que más de 6,200 personas han muerto en su campaña contra el narcotráfico, aunque organizaciones de derechos humanos sugieren que el número real podría ser mucho mayor, alcanzando hasta 30,000 muertes. La mayoría de las víctimas eran hombres de bajos recursos, muchos de los cuales no tenían vínculos comprobados con el narcotráfico.
Este contexto plantea serias preguntas sobre la legitimidad y la moralidad de las acciones de Duterte durante su presidencia.
Implicaciones políticas y reacciones
La situación se complica aún más por el contexto político actual en Filipinas. El actual presidente, Ferdinand Marcos Jr., quien fue aliado de Duterte, ha facilitado la entrada de investigadores del TPI en el país.
Esto ha generado tensiones entre los dos líderes, especialmente considerando que Duterte mantiene altos niveles de popularidad y ha anunciado su intención de postularse nuevamente para la alcaldía de Davao. Las manifestaciones a favor y en contra de Duterte han proliferado, reflejando la polarización de la opinión pública en torno a su figura. En un video reciente, Duterte afirmó que acepta las consecuencias de sus acciones, lo que añade otra capa de complejidad a su defensa legal.
