En la colonia Ejido Lázaro Cárdenas, situada en una de las áreas más elevadas de Tijuana, el invierno trae consigo un frío intenso que impacta a sus habitantes. Noé, el hijo de Carlos Vega, de casi 80 años, revela la dura realidad que enfrentan. Con herramientas en mano, Noé realiza reparaciones en su hogar y menciona que el viento del año anterior casi destruyó el techo de su vivienda.
La situación es especialmente complicada para su familia, compuesta principalmente por adultos mayores y una menor de edad. “No contamos con suficientes cobijas para soportar las temperaturas heladas de la madrugada”, explica Noé, resaltando la lucha diaria por mantenerse a salvo del frío.
Dificultades de acceso y clima
A pesar de que el hogar de Noé se ubica a menos de un kilómetro del bulevar Liga Barcelona, que conecta varias áreas cercanas, el camino se torna complicado durante la temporada de lluvias. “La tierra se vuelve muy chiclosa y muchas veces no podemos salir de casa”, comenta. Esto obliga a la familia a dejar su vehículo en una zona más plana, añadiendo un reto adicional a su ya difícil situación.
Impacto del clima en la vida cotidiana
El clima frío no solo afecta la comodidad de los hogares, sino que también incide directamente en la economía familiar. Noé, su padre y su cuñado son los principales sostenes de la familia, ya que los demás miembros no están en condiciones de trabajar. “La situación es tensa, pues tenemos que buscar la manera de calentar el hogar sin recursos suficientes”, añade.
La escasez de recursos se convierte en un obstáculo constante. Con la llegada de las bajas temperaturas, la necesidad de contar con abrigos y cobijas adecuadas se vuelve urgente. Sin embargo, la realidad es que no siempre hay acceso a estos elementos básicos. “A veces, nos tenemos que arreglar con lo que tenemos, y eso no es suficiente”, afirma Noé.
La comunidad se une para enfrentar el frío
En medio de estas adversidades, la comunidad de Ejido Lázaro Cárdenas ha encontrado formas de apoyarse mutuamente. Organizan jornadas donde comparten alimentos y ropa entre los vecinos. “Es importante que nos ayudemos, porque todos estamos en la misma situación”, menciona Noé, subrayando la importancia de la unión comunitaria.
Iniciativas locales para combatir el frío
Además, algunas organizaciones locales han comenzado a implementar programas de recolección de ropa y cobijas para ayudar a las familias más vulnerables. “Agradecemos cada donación, ya que cada pieza cuenta en estos momentos difíciles”, dice Noé. Estas iniciativas permiten que las familias soporten mejor las inclemencias del clima, aunque aún queda mucho por hacer.
La resiliencia de las familias en Ejido Lázaro Cárdenas es admirable. A pesar de los retos que enfrentan, continúan buscando soluciones y apoyándose entre sí. La historia de Noé y su familia es solo un ejemplo de cómo el frío y la falta de recursos afectan la vida de muchas personas en Tijuana, pero también es un testimonio del espíritu comunitario que prevalece en tiempos difíciles.


