Un espectáculo que desafía límitesEl nuevo espectáculo «Réquiem SP» del Ballet de la Ciudad de São Paulo, bajo la dirección artística de Alejandro Ahmed, es una verdadera revolución en la danza contemporánea. Con una duración de aproximadamente 70 minutos, la presentación se destaca por su capacidad de mezclar emociones intensas, como la tristeza y la pulsión de vida.
La actuación comienza con una bailarina que, en un momento de pura entrega, expresa su agotamiento y vulnerabilidad, creando una conexión inmediata con el público. Esta escena inicial es solo un vistazo de lo que está por venir, donde la danza se convierte en un vehículo para explorar temas profundos y universales.La fusión de universos distintosEl espectáculo se divide en dos partes marcadas.
En la primera, los bailarines interpretan el «Réquiem» de György Ligeti, una obra icónica de la música erudita. Aquí, la coreografía se alinea perfectamente con la partitura, creando una experiencia sensorial que trasciende lo convencional. La segunda parte, sin embargo, es donde ocurre la verdadera innovación.
Con el cambio de escenario y vestuario, la atmósfera se transforma completamente. La música electrónica del canadiense Venetian Snares invade el escenario, y la bailarina Bill Valkyrie se destaca en una actuación en solitario que desafía la gravedad y la técnica, danzando en sincronía con los ritmos frenéticos de la música.Tecnología y danza: un nuevo lenguajeLa tecnología juega un papel crucial en «Réquiem SP».
Cámaras en vivo capturan la coreografía y transmiten las imágenes en tiempo real a una pantalla grande, permitiendo que el público se conecte aún más con la actuación. Además, elementos sonoros, como gotas de agua que caen en frascos gigantes, se incorporan a la danza, creando una sinfonía visual y auditiva.
Ahmed, quien ya ha sido reconocido por su trabajo innovador, utiliza estos recursos para expandir los límites de la danza, mostrando que la máquina puede ser una extensión de la naturaleza. Este enfoque contemporáneo no solo enriquece la experiencia del espectador, sino que también desafía las normas tradicionales del ballet.