Un avistamiento raro y significativoEl pasado viernes, 28 de octubre, ocurrió un evento extraordinario en el Parque Estatal de Pedra Selada, ubicado en la región de Visconde de Mauá, en el municipio de Resende, en el sur del estado de Río de Janeiro.
Por primera vez, se registró en video una onza parda, un momento que no solo encanta a los amantes de la naturaleza, sino que también sirve como una alerta sobre la importancia de la conservación ambiental. Este avistamiento es un indicativo de la salud del ecosistema local, que ha enfrentado desafíos significativos debido a la acción humana y a la degradación ambiental.La importancia de la onza parda en el ecosistemaLa onza parda, también conocida como suçuarana o león baio, es el segundo felino más grande del continente americano y desempeña un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio ecológico.
Como depredador tope, su presencia es fundamental para controlar las poblaciones de otras especies y, de este modo, garantizar la integridad del ecosistema. El Instituto Estatal del Ambiente (Inea) destacó que la filmación de la onza parda es una señal positiva de que el ambiente del parque se mantiene equilibrado, lo cual es vital para la biodiversidad de la región.Desafíos enfrentados por la especieA pesar de su capacidad de adaptación a diferentes biomas, la onza parda enfrenta amenazas crecientes, principalmente debido a la pérdida de hábitat causada por la urbanización y la explotación de recursos naturales.
Carlos Dário, gestor del Parque Estatal de Pedra Selada, enfatiza la necesidad de proteger estos espacios para garantizar la supervivencia de la fauna y flora amenazadas de extinción. «Necesitamos garantizar espacios protegidos para que estos animales continúen existiendo», afirma Dário, subrayando la importancia de la unidad de conservación para el mantenimiento de la biodiversidad.El papel del Parque Estatal de Pedra SeladaEl Parque Estatal de Pedra Selada no solo es un refugio para la onza parda, sino que también alberga remanentes de mata atlántica y áreas de interés arqueológico e histórico.
Técnicos del Inea destacan que, aunque la onza parda no suele atacar a los humanos, es esencial que las personas sepan cómo actuar en caso de un encuentro. La recomendación es mantener la calma, no dar la espalda al animal y permitir su fuga, respetando así el espacio y la vida salvaje.
