Las elecciones porteñas de 2025 han dejado un sabor agridulce para Ramiro Marra, quien, a pesar de ser considerado una amenaza para La Libertad Avanza, no logró los votos necesarios para continuar en la Legislatura. Con el 99% de las mesas escrutadas, su partido apenas alcanzó un 2,6% de los votos, quedándose muy por debajo del umbral del 3% exigido para acceder a una banca. Esto significa que no solo no podrá renovar su mandato, sino que también se quedó sin representación en la nueva composición del parlamento.
Un desempeño por debajo de las expectativas
El panorama electoral no fue favorable para Marra, quien se posicionó en el sexto lugar, superado incluso por el Frente de Izquierda, que logró un 3,16% y la entrada de Vanina Biasi. Este resultado es un claro reflejo de la decepción que muchos de sus seguidores sienten, especialmente considerando que apenas hace unos años, el partido parecía estar en ascenso. Sin embargo, Marra, que había buscado renovar su mandato bajo el sello de la UCeDe, optó por celebrar la victoria de La Libertad Avanza, afirmando que era un triunfo para quienes anhelan una ciudad con más libertad y orden. Esta aparente resignación, ¿refleja madurez política o simplemente un intento de mantener el apoyo de sus bases?
¿Qué pasará con Marra y su futuro político?
Marra, quien fue uno de los primeros impulsores de La Libertad Avanza, ahora se encuentra en una encrucijada. Tras ser expulsado del partido por Karina Milei, hermana del presidente, su futuro político parece incierto. En su mensaje público, el legislador hizo un llamado a «madurar políticamente» y a construir sobre las similitudes entre los actores políticos de cara a las elecciones de 2027. Con un tono de desafío, aseguró que seguirá luchando para eliminar al kirchnerismo del país, aunque ahora desde una posición más débil. Personalmente, no puedo evitar recordar cómo en otras ocasiones, figuras políticas han hecho promesas grandiosas en momentos de crisis, pero ¿realmente se traducen en acciones efectivas?
Una campaña llena de promesas
En un intento por atraer el voto de los porteños, Marra realizó un sorteo de 10 mil dólares, una estrategia que, a pesar de ser audaz, no logró el efecto deseado. Muchos ciudadanos se preguntaron si esta táctica era un reflejo de la desesperación o una maniobra calculada. Al final, el legislador no pudo renovar su mandato, el cual finaliza el próximo 10 de diciembre. Este episodio, que podría parecer un simple tropiezo electoral, plantea interrogantes sobre las estrategias que emplean los políticos para conectar con el electorado, especialmente en un contexto donde las redes sociales y las promesas rápidas parecen dominar la narrativa política.
La historia de Marra es un recordatorio de lo volátil que puede ser el mundo político. A medida que se desarrollen los acontecimientos, será interesante observar cómo este legislador intenta recuperar su posición y qué estrategias implementará para volver a ser relevante en la política porteña. Como muchos saben, el camino hacia el éxito político está lleno de altibajos, y cada elección puede cambiar drásticamente el panorama. ¿Podrá Marra reinventarse y encontrar su lugar en el nuevo orden político de Buenos Aires?
