Las celebraciones de fin de año en Mexicali han dejado un rastro de contaminación ambiental que no ha pasado desapercibido. Organizaciones civiles, como la asociación Redspira, han manifestado su inquietud a través de redes sociales, denunciando prácticas dañinas como la quema de fuegos artificiales y la realización de fogatas. Estas actividades, aunque tradicionales, impactan considerablemente la calidad del aire de la región.
Alberto Mexia, coordinador de Redspira, se ha convertido en una de las voces más críticas en este asunto. Durante las celebraciones navideñas, se han registrado numerosos reportes ciudadanos que evidencian el problema, lo que contrasta con la información oficial del gobierno sobre las sanciones impuestas por las autoridades locales. Esta discrepancia entre los datos oficiales y la realidad vivida por los habitantes genera preocupación y demanda un análisis profundo.
Desajuste entre sanciones y la realidad
Un aspecto crucial que mencionó Mexia es que el número de infracciones reportadas no refleja fielmente la cantidad de eventos contaminantes que han ocurrido. Desde su perspectiva, las sanciones solo representan una pequeña parte de la problemática, ya que muchas acciones que generan contaminación no son denunciadas. Esto plantea un desafío para evaluar la efectividad de las medidas implementadas por el gobierno para controlar el uso de pirotecnia.
La falta de información pública
La ausencia de datos públicos sobre el total de quejas recibidas, así como información sobre aquellas que no fueron atendidas, limita la capacidad de las organizaciones para realizar un análisis profundo. “Sin estos datos, resulta difícil determinar si realmente ha habido una disminución en el uso de pirotecnia o si simplemente ha habido menos denuncias”, comentó el ambientalista. Este vacío informativo impide establecer un diagnóstico claro sobre la situación ambiental en la ciudad.
Reconocimiento de esfuerzos gubernamentales
A pesar de estas preocupaciones, Redspira ha reconocido los esfuerzos del gobierno estatal para clausurar locales que venden fuegos artificiales. Este tipo de acciones son vistas como un paso positivo; sin embargo, los activistas enfatizan que la transparencia en la presentación de datos sobre el uso de pirotecnia y las sanciones podría mejorar la confianza de la ciudadanía en las medidas adoptadas.
Mexia aclara que la disminución en el número de sanciones no necesariamente implica una reducción en los eventos de contaminación. Puede darse el caso de que existan menos denuncias, lo que no refleja una mejora en la calidad del aire, sino una falta de acción por parte de los ciudadanos al no reportar las infracciones.
La necesidad de un cambio cultural
Para abordar este problema de manera efectiva, los representantes de Redspira sugieren que es fundamental fomentar una cultura de responsabilidad ambiental entre la población. Esto incluye no solo la educación sobre los efectos negativos de la pirotecnia, sino también la promoción de alternativas menos contaminantes para festejar. Alentar a los ciudadanos a participar en la protección del medio ambiente puede generar un cambio significativo en la forma en que se celebran las festividades.
La situación ambiental en Mexicali durante las festividades navideñas plantea un reto importante que requiere la atención de las autoridades y la participación activa de la comunidad. La colaboración entre el gobierno y las organizaciones civiles es clave para implementar soluciones efectivas que mejoren la calidad del aire en la ciudad.
