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La prórroga y sus implicaciones
El reciente anuncio del Gobierno de prorrogar por 90 días el ingreso de carne con hueso a la Patagonia ha generado un intenso debate entre los productores locales y las autoridades. Esta medida, oficializada bajo la Resolución 186/2025, busca abordar las preocupaciones de los gobernadores de las provincias patagónicas, quienes han expresado su descontento ante las políticas que afectan su economía regional.
La resolución invita a los gobernadores y entidades del sector agropecuario a participar en una Mesa de Diálogo y Trabajo, donde se discutirán las acciones necesarias para implementar las medidas establecidas.
Reacciones de los gobernadores
Los gobernadores de la Patagonia, como Rolando Figueroa de Neuquén y Alberto Weretilneck de Río Negro, han manifestado su oposición a la medida inicial del SENASA, argumentando que podría poner en riesgo el estatus sanitario de la región.
Figueroa destacó la importancia de trabajar junto a los productores para potenciar las economías locales y establecer normas que protejan la sanidad animal. Por su parte, Weretilneck criticó duramente la decisión del Gobierno, afirmando que esta podría llevar al quiebre de frigoríficos y la pérdida de empleos, beneficiando únicamente a grandes supermercados y exportadores.
El dilema de la sanidad y los precios
La controversia se centra en la percepción de que la medida podría ayudar a reducir los precios de la carne. Sin embargo, los gobernadores han señalado que esta creencia es engañosa. Weretilneck argumentó que si la reducción de precios fuera el verdadero objetivo, la carne sin hueso que ingresa desde el norte debería tener precios similares a los de otras provincias, lo cual no ocurre.
La preocupación principal radica en que la apertura de la región a la carne con hueso podría comprometer el estatus sanitario que los productores han mantenido durante años, lo que a su vez podría afectar la calidad y la reputación de la carne patagónica en el mercado nacional e internacional.