Este lunes, la tensión se palpó en la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México. Productores agrícolas de once estados se manifestaron enérgicamente contra el Acuerdo Nacional Maíz-Tortilla, firmado por Claudia Sheinbaum. El acuerdo busca reducir el precio de la tortilla en un 5%. Sin embargo, los agricultores sostienen que esta medida solo beneficia a las grandes empresas y no toca el precio de la harina de maíz, un insumo crucial en la producción de tortillas.
Los reclamos de los agricultores
Eraclio Rodríguez Gómez, líder del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano, dejó claro que el acuerdo es un golpe a los pequeños productores. “Los tortilleros y agricultores ya no pueden ajustarse más el cinturón, mientras las grandes corporaciones siguen ganando”, declaró Rodríguez. La situación es crítica y los productores se sienten abandonados por un gobierno que, según ellos, prioriza los intereses de unos pocos sobre el bienestar de quienes realmente producen el alimento.
Impacto del acuerdo en el sector agrícola
Desde 2024, cuando se implementó un esquema similar, el precio del maíz cayó un 20% en Sinaloa, uno de los estados más productores. Pero, a pesar de esta caída, el costo de la tortilla no bajó ni un centavo. ¿Por qué no se refleja esta disminución en el precio final para el consumidor? Las preguntas flotan en el aire mientras los agricultores de Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Jalisco, Baja California, Guanajuato, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Chihuahua exigen respuestas.
Demandas directas al gobierno
Las demandas son claras. Los agricultores quieren que el gobierno deje de proteger a los industriales y comience a escuchar a quienes realmente producen. “El gobierno debe dejar de proteger a los industriales y empezar a escuchar a quienes sí producen el alimento”, concluyó Rodríguez Gómez. La presión crece y la situación se torna cada vez más crítica. Mientras tanto, el gobierno insiste en que el acuerdo es para ayudar a los consumidores. Pero las voces de los productores resuenan fuertes: solo beneficia a unos pocos.
Un futuro incierto
Con un clima de creciente descontento, la posibilidad de que las protestas se intensifiquen es real. Los agricultores que se manifestaron este lunes en la CDMX están decididos a ser escuchados. A medida que la situación se desarrolla, todos los ojos están puestos en cómo reaccionará el gobierno ante estos reclamos. La tensión está en su punto más alto y las respuestas son esperadas con ansiedad. ¿Escuchará el gobierno a quienes realmente están en el campo?
