La reciente noticia sobre la selección de un nuevo titular para la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) en México ha levantado muchas preguntas. ¿Te has preguntado alguna vez cómo se elige a quien llevará la responsabilidad de buscar a miles de desaparecidos? Con 27 aspirantes en la lista, es crucial no solo conocer quiénes son, sino entender lo que este cambio significa en medio de una crisis humanitaria que afecta a tantas familias.
El contexto de la búsqueda en México
Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, hasta el 24 de agosto, hay 132,925 personas reportadas como desaparecidas. Este número, que puede parecer solo una cifra fría, esconde detrás de sí el sufrimiento de familias que claman por justicia y respuestas. La CNB tiene una responsabilidad enorme: no solo buscar a estas personas, sino también ofrecer apoyo a sus seres queridos en su lucha por la verdad. ¿Qué significa esto para quienes han sufrido una pérdida tan devastadora?
La renuncia de Teresa Guadalupe Reyes, quien ha liderado la CNB, ocurre en un momento crítico. La nueva designación no debe depender únicamente de la competencia de los candidatos, sino también de su capacidad para conectar con las víctimas y sus familias. Aquí surge una pregunta importante: ¿cómo aseguramos que el nuevo titular esté realmente comprometido con esta causa y no solo cumpliendo con requisitos formales?
Un proceso de selección cuestionable
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ha mencionado que de 79 propuestas iniciales, solo 27 aspirantes cumplieron con los requisitos. Esto plantea un interrogante crucial: ¿estamos eligiendo a las personas adecuadas para un papel tan vital? En el mundo empresarial, cualquier líder que haya lanzado un producto sabe que elegir al talento correcto es fundamental para el éxito. La CNB necesita una dirección que no solo tenga experiencia, sino que también entienda la complejidad de la situación actual en México.
La situación se complica aún más con el Senado trabajando en la integración del Consejo Nacional Ciudadano, que validará a los 13 integrantes de este órgano. Esta intersección de procesos de selección podría traducirse en falta de claridad y compromiso en la misión de búsqueda y justicia. ¿Es esta realmente la mejor manera de abordar el problema de las desapariciones?
Lecciones y reflexiones para el futuro
Los procesos de selección en contextos tan delicados como el de la CNB deben aprender de los fracasos y éxitos de otras instituciones. He visto demasiadas startups fallar por no escuchar a sus usuarios y no atender las verdaderas necesidades del mercado. En el caso de la CNB, escuchar a las víctimas y a sus familias debe ser la prioridad. Esto no solo dará legitimidad al nuevo titular, sino que promete un cambio significativo en la forma en que se manejan los casos de desapariciones.
Los datos sobre la capacidad de la CNB para resolver casos deben ser accesibles al público. Las familias tienen derecho a saber cómo se están utilizando los recursos y qué resultados están viendo. La transparencia es esencial y debe ser parte de cualquier estrategia futura. Implementar métricas claras, como el churn rate de casos no resueltos o el tiempo promedio de resolución, podría ayudar a establecer un estándar de rendimiento que todos deben cumplir.
Conclusiones y pasos a seguir
La búsqueda de justicia para las víctimas de desapariciones en México no se trata solo de nombrar a alguien al frente de la CNB. Es un compromiso a largo plazo con la transparencia, la rendición de cuentas y la empatía. Es crucial que el nuevo titular no solo tenga las credenciales necesarias, sino también el deseo genuino de hacer una diferencia en la vida de quienes han perdido a un ser querido.
En resumen, las lecciones de fracasos pasados deben guiar este proceso de selección. La CNB no puede ser un mero trámite; debe convertirse en un faro de esperanza para miles de familias. La comunidad y el gobierno deben colaborar para asegurar que el próximo liderazgo se alinee con las necesidades de las víctimas y que los recursos se utilicen eficazmente para lograr un impacto real.